La franja litoral asturiana no urbana tiene ochenta edificaciones de diversa índole y tamaño en situación de infracción urbanística o que, directamente, pueden considerarse ilegales. Así consta en el Plan Territorial Especial del Suelo de Costas del Principado, que entró ayer en vigor y que, a expensas de lo que se decida en otros ámbitos, como el judicial, prohíbe taxativamente la ejecución de obras de consolidación, modernización, reparación o de incremento del valor de expropiación en todas las construcciones que incumplen los planeamientos municipales.
Entre esas construcciones ilegales hay un bloque de hostelería, un complejo de turismo rural, media docena de viviendas, 19 casetas y una panera habitables y cinco caravanas fijas.
Los edificios ilegales suponen los casos más llamativos, pero en la costa regional están contabilizadas hasta 785 construcciones con un impacto "excesivo" sobre el territorio. Del total, 78 casos se han considerado como corregibles. El resto son, en su mayor parte, edificaciones de escasa entidad. Un 31% del total son construcciones auxiliares.
El plan aprobado ayer establece que las construcciones de impacto elevado, aunque corregible, pueden salir del listado mediante la ejecución de obras de mejora o con la mera demostración de que se levantaron ajustándose fielmente a una licencia otorgada de forma legal.
Para las viviendas que han sido declaradas de alto impacto no corregible, el plan de costas autoriza la ejecución de obras parciales y circunstanciales, pero siempre que el planeamiento urbanístico del concejo en que se encuentren no prevea ya su expropiación o demolición en el plazo de quince años.
El plan también identifica una serie de áreas especialmente degradadas por la urbanización. Las principales están los aledaños de la ría de Villaviciosa, en Puerto Llampero y las proximidades de la playa de Bañugues (Gozón), y en las inmediaciones de la playa de Porcía (El Franco).
