El Juzgado de lo Penal número 2 de Oviedo ha condenado a un vecino de Bimenes a una pena de ocho meses de prisión como autor de un incendio forestal por imprudencia grave que quemó 0,33 hectáreas en mayo de 2013. Al yerbato se le fue de las manos una quema de rastrojos sin permiso. El fallo, contra el que cabe recurso de apelación, también le impone una multa de 3.600 euros y una indemnización de 290 euros al Servicio de Emergencias del Principado (SEPA) en concepto de gastos de extinción.

El condenado también deberá abonar las cantidades que se determinen en ejecución de sentencia a la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales por los perjuicios medioambientales causados por el fuego y a la empresa Montes de Bimenes por los daños que la quema provocó en una parcela de su propiedad.

Los hechos ocurrieron en la tarde del 13 de mayo de 2013. La quema de rastrojos se hizo ignorando, asegura la sentencia, "el riesgo local de incendio de prealerta" y sin que el procesado adoptase "la más mínima medida de seguridad para evitar su propagación". Además, remata, se ausentó "inmediatamente del lugar". El fuego, cuya extinción fue posible por la intervención de los Bomberos del SEPA, afectó a 0,33 hectáreas de matorral de helecho, tojo, zarza y ejemplares aislados de abedul y sauce en regeneración.