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Feve quiere suprimir su servicio de mercancías, alertan los ferroviarios

El tráfico de 350.000 toneladas de la siderurgia, en peligro

Un tren de mercancías, circulando en Asturias. LNE

La amenaza de un nuevo recorte pende sobre la antigua Feve: el final definitivo del transporte de mercancías por sus vías de ancho métrico en Asturias. Esa es, al menos, la advertencia que lanzan las fuentes ferroviarias consultadas, convencidas de que la dirección de la compañía (integrada en Renfe) está procediendo al desmantelamiento progresivo del servicio. "Dicen que los tráficos que tenemos no resultan rentables y han comenzado a desmontarlo todo, incluyendo traslados de trabajadores de mercancías de El Berrón a Santander", indica un dirigente sindical con amplia experiencia en la empresa y que lamenta que el "criterio de rentabilidad sea lo único que parece preocupar ahora".

"Las mercancías están totalmente desmanteladas. Por no haber, no hay ni maquinistas", subraya Luis Blanco, presidente del comité de empresa del ancho métrico de Renfe en Asturias.

El complicado futuro de las mercancías en Feve ya quedó de manifiesto en la mesa redonda que se celebró el pasado viernes en Nava, coincidiendo con el 125º aniversario de la llegada del tren a la villa sidrera. Juan Cañal, alcalde del concejo y ferroviario, subrayó que, de consumarse el final del servicio, el problema también se trasladaría a la carretera y al medio ambiente. "Está claro que van a contaminar bastante más diez camiones que un tren", indicó Cañal.

En estos momentos, la mayor parte de los tráficos de mercancías de Feve son siderúrgicos y suponen unas 350.000 toneladas anuales. Desde el sindicato de maquinistas (Semaf), su responsable de ancho métrico en Asturias, Félix Quince, confía en que, al menos, se pueda mantener esa carga en los próximos años.

Con la mitad de los viajeros de hace una década, tras una "sangría" que parece no tener fin, y con las mercancías en entredicho, el servicio de cercanías de Feve está ahora pendiente de que el Ministerio de Fomento renueve su condición de Obligación de Servicio Público (OSP), por el que el Estado debe mantenerlo abierto aunque sea deficitario. El Ministerio de Fomento, todavía con Ana Pastor al frente, firmó con la operadora esa obligación para toda la red regional de vía estrecha en diciembre de 2013, por un periodo de dos años que expiró a finales de 2015. Entró entonces una prórroga que concluye en apenas un mes.

La Comisión de Fomento del Congreso aprobó el mes pasado una proposición del PP pactada con el PSOE y Ciudadanos en la que se reclama al nuevo Gobierno que actualice con "consenso político y social" la lista de líneas ferroviarias declaradas de servicio público y que lo haga, además, sobre "criterios de eficiencia y sostenibilidad", considerando "otros modos de transporte alternativos".

"La actualización de esta declaración debe hacerse en colaboración con las administraciones públicas y manteniendo un canal fluido con los agentes económicos y sociales, para tener en cuenta la vertebración del territorio y el efecto que tienen otros modos de transporte sobre el medio ambiente", añade la citada proposición no de ley.

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