La diputada Adriana Lastra y la senadora María Luisa Carcedo han sido rebajadas de sus responsabilidades en los grupos parlamentarios socialistas dentro de los ajustes llevados a cabo por el PSOE como castigo a los afines a Pedro Sánchez y a los diputados que desobedecieron el mandato del comité federal de abstenerse en la investidura de Mariano Rajoy.

Tal y como adelantó LA NUEVA ESPAÑA el pasado sábado, ambas parlamentarias asturianas han perdido sus puestos con visibilidad en el Congreso y el Senado. Adriana Lastra era portavoz en la comisión de Administraciones Públicas y ahora pasará a desempeñar las tareas de portavoz adjunta en la comisión de Defensa. María Luisa Carcedo ejercía de secretaria general del grupo socialista en el Senado y portavoz adjunta. Ha sido destituida sin que reciba otras funciones en compensación. Esta tarde, ambas desconocían si la medida incluía también relevarlas del puesto que hasta ahora mantenían en la diputación permanente de ambas cámaras. Aunque el grueso de los "castigos" de la dirección del grupo parlamentario socialista se ha dirigido a los diputados que rompieron la disciplina de voto, Adriana Lastra, que se abstuvo con el añadido de "por imperativo" también ha sufrido la "rebaja" de funciones. Algunos de los afectados por las medidas conocieron que habían sido relevados por los medios de comunicación y expresaron su malestar por el modo en que se había llevado la organización.

Pero Adriana Lastra no fue la única integrante de la anterior ejecutiva de Pedro Sánchez que se abstuvo con el añadido de "por imperativo" a la hora de formular verbalmente su voto. También lo hizo la diputada murciana María González Veracruz, que desempeñaba el puesto de secretaria de Ciencia, Participación y Política en Red con Pedro Sánchez. Sin embargo, la dirección del grupo socialista no ha tomado medidas contra ella. Continúa como portavoz del PSOE del área de Innovación en la comisión de Economía y Competitividad. Fuentes socialistas del sector afín a Sánchez consideran que este hecho muestra un especial afán de castigo contra Adriana Lastra, pese a que en entrevistas previas a la sesión de investidura se había manifestado en contra de la ruptura de la disciplina de voto. La senadora María Luisa Carcedo también había expresado públicamente la necesidad de cumplir con la disciplina.

Medios socialistas justifican las acciones de ajuste en la disciplina interna y en la necesidad de reorganizar el grupo parlamentario del PSOE en ambas cámaras, "poniendo en posiciones de responsabilidad a quienes han cumplido con el mandato del comité federal". De hecho, en las últimas semanas algunos parlamentarios cuestionaban que continuasen desempeñando puestos de responsabilidad en el grupo socialista quienes habían protagonizado actitudes de rebeldía o manifestado de forma explícita críticas hacia la gestora o el proceso en que está inmerso el partido.