La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Se busca millonario en Lada

Juan José Fernández vendió buena parte de los billetes premiados en el distrito de sus padres, donde también colocó una decena de cupones con 25.000 euros

Lada vivió ayer un domingo atípico: con las oficinas bancarias abiertas buena parte de la mañana y bares y sidrerías más llenos de lo habitual. El "culpable" de la inusual estampa era Juan José Fernández González, vendedor de la ONCE que el pasado viernes repartió 9.575.000 euros en Asturias con el sorteo del cuponazo. Fernández vive en Muros de Nalón, pero es natural de Lada, donde siguen residiendo sus padres. Aunque habitualmente vende el cupón en Belmonte de Miranda, Somiedo y la estación de autobuses de Oviedo, un buen pellizco de quedó en Lada, en el barrio de San Antonio. Fueron una decena de cupones premiados con 25.000 euros cada uno y las fundadas sospechas, compartidas por buena parte de los vecinos, de que una de esas papeletas era la agraciada con los nueve millones del cuponazo. El nuevo potentado, sin embargo, no dio señales. O, al menos, no lo compartió con los vecinos.

A media mañana, el bullicio que se vivía en la calle principal de Lada contrastaba con la quietud del barrio San Antonio, epicentro de la suerte y la zona donde vive la familia de Juan José Fernández, el hombre que repartió la suerte. En los bares de la localidad hacían cábalas sobre la identidad del propietario del cuponazo y todas las "pesquisas" se dirigían hacia uno de los vecinos de San Antonio. "He hablado con él y me ha dicho que sólo le han tocado 25.000 euros", argumentó Fernández. "También se rumoreaba que los agraciados con el cuponazo podían ser una chica de Belmonte y una empresario de Pola de Somiedo. No los sé, ya queda para ellos el hecho de contarlo o no", especificó ayer el agente de la ONCE.

Fernández repartió el viernes 24 cupones premiados: uno de ellos agraciado con nueve millones y el resto con 25.000 euros cada uno. "Vengo todos los jueves a comer con mis padres y suelo vender a la gente del barrio. Calculo que habrán sido unos diez u once cupones en total", indicó Fernández, que tiene 46 años y vende el cupón desde hace ocho. "Es una alegría añadida dar un premio así a personas que conoces desde niño. Hace cuatro años repartí 200.000 euros en Oviedo y otras veces premios menores y nunca les había tocado nada; ahora ya no podrán echármelo en cara", relató Fernández con uno de los billetes premiados entre sus manos.

En el barrio de San Antonio había ayer pocos indicios de la lluvia de euros. Casas cerradas a cal y canto, pocas personas por la calle y todavía menos vecinos que quisieran reconocer haber resultado agraciados. Una de las pocas que lo hizo fue María José Trigo, que no podía ocultar su alegría. "Sí, me ha tocado", revelaba nada más abrir la puerta con una amplia sonrisa. "Nos enteramos la noche del mismo viernes porque la madre de Juanjo salió a avisar a los vecinos. Pegué un salto del sofá porque no me lo podía creer. Es una gozada que haya tocado a la gente del barrio, a la que conoces".

En Belmonte de Miranda y Somiedo no se hablaba ayer de otra cosa: en los cafés, en los corrillos en la calle, a la hora de ir a comprar el pan. Se habla mucho, sí, pero se dice poco, puesto que se desconoce la identidad de los que se han hecho con un pellizco de suerte, y si el "cuponazo" de los nueve millones recayó en alguien de la comarca, aunque muchos ven al nuevo potentado fuera de la comarca. "Juan José viene por aquí de martes a viernes, pero también vende en Oviedo y a excursiones. No sabemos a quién le puede haber tocado", señalaba ayer, en su mesón de Belmonte, Yolanda Calzón. "No sé a quién le tocaría, ¡pero a mí no!; te aseguro que no estaría aquí", bromeaba Menchu Tuñón, de la oficina de turismo belmontina. En el bar de La Riera (Somiedo) los parroquianos hablaban de qué harían con los millones. "Llevarlo al banco sin que nadie se enterase", era la opción más votada.

Compartir el artículo

stats