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SUSANA FERNÁNDEZ | Decana de la Facultad de Química de la Universidad de Oviedo

"La investigación internacional y la implicación docente nos dan prestigio"

"Nuestro objetivo para el futuro es incorporar los cinco másteres de Química a la Facultad, pero faltan recursos humanos"

Susana Fernández, en el laboratorio de su grupo de investigación en la Facultad de Química. LUISMA MURIAS

Susana Fernández González, licenciada en Química por la Universidad de Oviedo, especialidad de Química Orgánica, es desde hace unos días la nueva decana de la misma Facultad en la que se formó, un cargo que ocupa por primera vez en la historia del centro una mujer. La acompañan en el equipo decanal Olvido Iglesias Huelga (que continúa como vicedecana de Ingeniería Química), Juan Manuel Marchante (que fue director del área de Calidad con el anterior equipo rectoral) y Javier Borge (secretario académico). Fernández reconoce que el nuevo cargo le obligará a renunciar a tiempo de su vida personal porque no quiere dejar ni la investigación ni la docencia.

-Enhorabuena. ¿Se veía en el cargo?

-Llevaba ocho años como secretaria académica con el anterior decano, José Manuel Colinas y era algo que nunca descarté aunque no tuve seguro hasta última hora si dar el paso o no. Soy consciente de que se verá reducido el tiempo dedicado a mi vida personal pero es un reto.

-¿Cuáles son los objetivos para los próximos años?

-En los ocho años anteriores vivimos el reto de adaptar las titulaciones al Espacio Europeo de Educación Superior, que no fue una tarea fácil porque se realizó a coste cero en infraestructuras y en recursos humanos. Ahora queremos elevar los niveles de prestigio de la Facultad, facilitando la vida del profesorado, del PAS y del alumnado.

-¿Qué plantean para el profesorado?

-Se mejoraron sus horarios en los últimos años pero seguimos viendo que nuestros profesores llegan por la mañana y se van por la noche de la Facultad. Así es difícil conciliar la vida familiar y laboral. Los estudiantes, lo mismo. Si se pueden mejorar los horarios actuales trataremos de hacerlo y también la burocracia. Bolonia trajo mucha burocracia para el profesorado y hay muchos procesos que se pueden digitalizar. Un aspecto del que me siento orgullosa es del profesorado de esta Facultad, sacrificado y dispuesto a darlo todo. Ni un solo profesor ha dejado de dar clase un solo día.

-A nivel de titulaciones, ¿hay posibilidad de ir a más?

-Ahora mismo tenemos cinco másteres y nuestra intención, a futuro, es incorporarlos a la Facultad en el proceso que se está realizando ahora de descentralizarlos del Centro Internacional de Posgrado (CIP). Pero, por el momento, no tenemos recursos para hacerlo, necesitamos personal de administración y servicios (PAS) que no tenemos para abordar ese cambio. Una vez que conozcamos cómo afectan las modificaciones que se están realizando desde el CIP intentaremos incorporarlos. Habrá que nombrar un coordinador de cada máster y ver que papel tendrá en la Facultad, lo normal sería que estuvieran todos esos posgrados en una comisión pero aún tenemos que resolver el asunto de los recursos humanos.

-¿El presupuesto del centro es suficiente?

-Cuesta llegar. Somos conscientes de la situación de la Universidad pero la realidad es que los centros tenemos muy poco dinero y hay que estirar el presupuesto. El cambio de metodología de Bolonia implica recursos que hay que mantener y eso conlleva un desembolso. Lo mismo ocurre con las visitas que realizamos a empresas y a museos con nuestros alumnos. Todo eso cuesta dinero.

-En la relación con la empresa son uno de los centros más dinámicos por las spin-off que han salido de la Facultad.

-Eso es el resultado de los grupos de investigación que tenemos, que son de reconocido prestigio internacional y así ocurre en todas las áreas de conocimiento. Ese número de spin-offs es consecuencia de esta investigación de alto nivel y son el ejemplo de la trasferencia de conocimiento en estadios intermedios. A partir de ahora vamos a intentar involucrar más a las empresas, sobre todo, en las prácticas externas de los alumnos. Es un período muy beneficioso para los alumnos y queremos extenderlo. Muchos de nuestros alumnos realizan prácticas en esas spin-off pero no tenemos suficientes plazas para cubrir toda la demanda.

-¿Cuáles son los puntos fuertes de la Facultad de Química de Oviedo?

-La investigación y la implicación de los docentes, que trabajan mucho por hacer bien las cosas. Eso es lo más importante en cualquier institución: que sus equipos se esfuercen y crean en lo que hacen y en conseguir los objetivos que se marquen.

-¿Y a mejorar?

-Necesitamos más plazas de profesorado. Hay áreas con una tendencia drástica de envejecimiento que resulta urgente renovar. En algunas de ellas se notó más este último año y hace falta incorporar a los jóvenes. Un profesor no se hace de un día para otro y ese relevo hay que iniciarlo ya. Esperamos que cambie porque nos encontramos en un momento en que se aprecia cierta mejoría, se ve un poco más de luz al final del túnel. Desde hace un año y pico se nota que todo va un poco mejor.

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