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Los televigilantes de los mayores

Asturias implanta un control médico a distancia, dispensadores de medicación y detectores de movimiento para un envejecimiento activo

Christian Rodil, con los dispositivos del proyecto "Promoción del envejecimiento saludable, salud constante". PABLO PARIENTE

Detectores de movimiento, alertas para la toma de la medicación, control de la tensión y el peso a distancia y alarmas en caso de riesgo. Éstos son algunos de los servicios que los mayores de 65 años y dependientes ya pueden utilizar en Asturias con la teleasistencia. Se trata de aplicar las nuevas tecnologías para mantener la independencia asistencial pese a las limitaciones físicas y disfrutar de buena salud y calidad de vida con la seguridad de estar protegidos y atendidos tanto en casa como fuera.

Asturias es la comunidad autónoma más envejecida del país. Y la perspectiva es que la pirámide demográfica no cambie en las próximas décadas. Así que la mejor manera de abordar esta situación es aplicando desarrollos tecnológicos que permitan mantener una calidad de vida y de salud óptimas.

Cruz Roja de Asturias ya está manos a la obra y está impulsando en la región dos programas destinados a la prevención, cuidados y asistencia a mayores. Ambos se presentaron ayer al experto Daan Bultje, director de la red de envejecimiento saludable del norte de Holanda, en el marco de la Asociación Europea para la Innovación sobre el Envejecimiento Activo Saludable.

La ONG ha puesto en marcha el proyecto "Promoción del envejecimiento saludable, salud constante", que consiste en vigilar el estado físico de los mayores y dependientes en su propio domicilio y centralizar los datos en una base de datos, lo que permite controlar su evolución y mantener informado al médico de familia de cualquier anomalía. "Vamos a casa de esas personas con un maletín en el que llevamos una báscula, un tensiómetro y una 'tablet', que nos sirve para recoger las mediciones que hacemos y por Bluetooth enviar los datos a una central que los gestiona", explicó Christian Rodil, responsable del proyecto que ya está implantado en Llanes, Avilés, Grado y Tineo.

Este servicio es especialmente valioso para las personas que viven en zonas rurales alejadas de los centros de salud. "La clave está en la colaboración con los médicos. Por ejemplo, si el usuario está diagnosticado como hipertenso se le va a ver una vez a la semana, y si no lo es, una vez al mes. Y todas esas mediciones las puede seguir directamente su médico o bien puede el usuario llevar sus informes cuando vaya al centro de salud", explicó Christian Rodil.

Pero no sólo eso. Como la atención es en el domicilio, el equipo de Cruz Roja comprueba el entorno y los hábitos del usuario, lo que le permite trabajar en recomendaciones sobre alimentación, ejercicio físico e incluso relaciones sociales. "Si es una persona que está mucho tiempo sola, se pueden poner en marcha otros servicios", explicó Rodil.

Ese servicio es el de la teleasistencia, dedicado a la prevención y que permite a las personas estar comunicadas telefónicamente y de forma permanente con un equipo de profesionales cualificados que gestionan la intervención en caso de alerta.

La responsable del servicio, Isabel de Paz, explicó que la modalidad más conocida es la del medallón o la pulsera, que el usuario puede activar para pedir ayuda o simplemente para hablar y sentirse acompañado. Pero ya existe una aplicación para el móvil que mediante GPS se puede tener al usuario siempre localizado. También está el dispensador de medicación, que alerta si el enfermo no se la toma o se retrasa.

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