La factura del salario social, termómetro de la desigualdad y la necesidad en Asturias, romperá su techo histórico anual con un incremento aproximado del siete por ciento a finales de este año. La consejera de Servicios y Derechos Sociales, Pilar Varela, actualizó el coste total de la ayuda de emergencia al anunciar ayer que el Consejo de Gobierno ha dado de paso un gasto de 9,3 millones de euros para cubrir la nómina de noviembre: ya se autorizó otro de 7,3 en octubre, previsiblemente habrá que volver a aumentar la cuenta en diciembre y llegará al cierre del ejercicio con un coste estimado de 109 millones, el tope histórico de un recurso que empezó costando poco más de diez millones y medio en 2006, se disparó con la crisis y está a punto de volver a hacer lo que siempre ha hecho al cierre de cada ejercicio, marcar un nuevo máximo. Ya multiplica por diez el coste de aquel primer año.

La nómina del salario social rebasó por primera vez los cien millones en el recuento final de 2015, con 101,8 millones. Superaba ampliamente el coste total del año anterior, 82,3, y elevaba la factura a más del doble de lo que costaba hacer frente a la renta básica de emergencia sólo tres años antes, en la Asturias de 2012, en plena gran recesión.

Los 109 millones que calcula Varela para el final de 2016 pasan ampliamente por encima de los 83 proyectados en el presupuesto prorrogado vigente e incluso de los 102 del borrador de las cuentas para 2017 que maneja el Principado en su negociación con Podemos e IU. La Consejera elevó a 20.435 el último recuento actualizado de familias beneficiarias, que equivalen en su estimación a 44.957 personas y que también adelantan un nuevo récord para la cifra de fin de año. A comienzos de este mes, el Principado tramitaba solicitudes recibidas en julio.