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El neurólogo reconoce el deterioro de Villa, pero cree que exagera su estado

El doctor Robles debe ratificar su informe el viernes que viene en el Juzgado La defensa insiste en anular la prueba

Una de las últimas imágenes de Villa con su esposa, junto a su piso.

El neurólogo Alfredo Robles Bayón, designado por el Juzgado número 2 de Oviedo para practicar un nuevo examen a José Ángel Fernández Villa, que se realizó el pasado viernes día 11, ya ha presentado su informe y no pinta bien para el exsindicalista. Aunque el facultativo reconoce el deterioro cognitivo de Villa, con problemas de memoria, apunta a la posibilidad de que pueda prestar declaración ante la magistrada Simonet Quelle Coto, que instruye la querella presentada por el SOMA por apropiación de 420.000 euros por parte de su ex secretario general, y de otros 70.000 por el exgerente del Infide, Pedro Castillejo. Y es que según el informe de 22 páginas presentado por el neurólogo, Villa podría estar exagerando y encontrarse en mejor estado de lo que aparenta. De hecho, a la vista del baremo establecido para identificar la imposibilidad de prestar declaración ante el Juzgado, Villa estaría en diez de los dieciocho parámetros dentro de los límites que permiten comparacer ante el juez.

La decisión de si Villa debe o no declarar no se tomará presumiblemente hasta la semana que viene. El doctor Robles Bayón ha sido convocado para el próximo viernes, 2 de diciembre, para que se ratifique en su informe, un acto al que han sido convocadas las partes y que tendrá lugar, con presencia de la juez y el fiscal, en una de las salas polivalentes de los juzgados de instrucción. Será en ese momento cuando la magistrada decida si llama a declarar a Villa.

Se acerca inevitablemente un momento crucial para este caso, que la defensa de Villa ha tratado de posponer con todas sus fuerzas, aun a riesgo de que la magistrada terminase tildando -como de hecho hizo- esta estrategia de dilatoria o de mero ejercicio del derecho a recurrir. Después de que la instructora desestimase anular la prueba neurológica -que ya se había realizado-, tal como pedía la defensa en un recurso de reforma y subsidiario de apelación, y una vez que la juez rechazase que este recurso fuese elevado ante la Audiencia Provincial de Oviedo, la letrada de Villa, Ana García Boto, ha presentado una serie de alegaciones de apelación que reproducen milimétricamente los argumentos denegados. Quizá la insistencia de la defensa de Villa en tratar de evitar primero, y más tarde anular la prueba, se deba a que podía ser muy negativa para sus intereses y forzar finalmente la tan temida comparecencia del exsindicalista ante la magistrada.

En las alegaciones de apelación se indica que la prueba debería haber sido comunicada en persona al investigado apropiación, que debería haber estado presente tanto la defensa como un neurólogo de confianza, que se debería haber recabado el consentimiento informado del interesado -pese a que, según la defensa, éste sufre tal deterioro que le impide siquiera comparecer ante la juez- y que deberían haberse especificado el tipo de pruebas que iba a realizársele. No solo eso, el rechazo de la defensa se retrotrae al mismo momento en que Robles Bayón fue designado por la juez para realizar el examen, toda vez que la letrada de Villa no pudo cuestionarlo, para ver si incurría en las causas de recusación previstas por la ley. La abogada se queja también de los constantes avisos por parte de la magistrada sobre la posibilidad de incurrir en un delito de desobediencia, algo que según Boto puede afectar al derecho de defensa.

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