Las de la violencia de género "son las cifras de la vergüenza", a juicio de la psicóloga y fundadora de la empresa "Entretod@s", Nieves Fernández-Tresguerres, quien ayer participó en un coloquio sobre micromachismos organizado por Oviedo Emprende en el marco de los actos del Día contra la Violencia de Género. La ponente se refirió a las "infinitas" técnicas de acoso que ofrecen las nuevas tecnologías, con el correspondiente daño a la imagen pública. Centrándose en el caso de los micromachismos se refirió a conductas "muy sutiles y cotidianas" que están ya interiorizadas como la usurpación de claves de correo, las circulación de rumores y vejaciones en redes sociales, el envío de correos amenazantes o el etiquetado de fotos "con comentarios indeseables". "El sexting también se encuentra al alza", mencionó sobre la nueva modalidad de compartir imágenes de contenido sexual con una persona de confianza y que luego éstas sean difundidas. Una encuesta reciente de una multinacional del sector tecnológico detalla que un 36% de las parejas que se planteó enviar una foto subida de tono a su pareja y que después la amenazó con subirla a las redes sociales lo cumplieron en el 60% de los casos. "Y más del 50% comparte sus contraseñas de correo y de móvil porque se considera un acto de amor la pareja", prosigió Fernández-Tresguerres. Cifras cantan: En Europa 62 millones de mujeres han sufrido algún tipo de violencia física o sexual, una de cada veinte fue violada y 80 millones de europeas han sufrido o sufren violencia psicológica.

Paula Alonso e Irene Martínez, alumnas del Instituto Mata Jove de Gijón expusieron la realidad entre sus compañeros de ESO. Un trabajo realizado en el centro reveló la existencia de un "sexismo benévolo, difícil de erradicar, impulsado por creencias del entorno". Las jóvenes reconocieron sorprenderse día a día cuando ver conversaciones por WhatsApp de sus amigas con sus novios. "Se nota el control que tienen sobre ellas", reconocieron. La abogada Lorena Suárez recordó que el envío de audios, fotos o vídeos también se considera acoso.