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Asturias aplica con éxito en perros una novedosa cura frente a la leishmaniosis

Una clínica logra que un can supere la enfermedad, cada vez más extendida en la región, con una vacuna personalizada

El perro "Apolo".

Asturias le gana la batalla a la leishmaniosis. Un hospital veterinario de Gijón consigue que un perro de cinco años supere una grave enfermedad visceral con una novedosa técnica, consistente en una vacuna personalizada que desactiva el parásito. El tratamiento, aplicado por primera vez en la región, abre la puerta al optimismo, ya que, según asegura la especialista Esther Sevillano, podría curar futuros casos. Hasta ahora, todos los canes infectados por la picadura de un mosquito flebotomo, transmisor de la patología, acababan muriendo. Los veterinarios alertan de que cada vez hay más animales afectados en la comunidad debido al cambio climático.

Esther Sevillano, del Hospital Veterinario Asturias, explica que el calentamiento global "ha permitido la aparición de ecosistemas favorables para el desarrollo del mosquito flebotomo". Su picadura transmite un protozoo del género Leishmania que puede llegar a matar a personas y animales. Según algunos estudios, la infección la sufren más de 12 millones de personas distribuidas por 98 países. Sin embargo, en España el mayor índice de casos afecta a perros y gatos. Hay tres formas de leishmaniosis: visceral, que es la más grave y se caracteriza por episodios irregulares de fiebre, pérdida de peso y anemia, la cutánea y la mucocutánea. "Apolo", el setter de cinco años al que se le aplicó de forma experimental un nuevo tratamiento, sufría la de tipo visceral.

"'Apolo' contrajo la enfermedad en Alemania y fue la doctora Lara Santos la que se lo diagnosticó el año pasado. Tras someterse a diversos tratamientos con terapia convencional en varios centros veterinarios de España sin resultados clínicos favorables, el perro ingresó en nuestro hospital en busca de una nueva opinión con una grado de leishmaniosis muy elevada, fallo hepático y anemia", comenta. Fue entonces cuando el Hospital Veterinario Asturias decidió utilizar una vacuna personalizada.

Según Esther Sevillano, su producción comienza con la extracción de una muestra de tejido ganglionar del paciente. En el laboratorio "se inocula en un medio de cultivo especial con el fin de favorecer el crecimiento del parásito que posteriormente deberá ser desactivado para evitar su efecto patógeno". "La inoculación de una dosis adecuada del producto mediante una sencilla inyección en el perro, buscará finalmente desarrollar una respuesta inmune específica capaz de curar la leishmaniosis", detalla.

Y el resultado en "Apolo" no pudo ser más satisfactorio. "La evolución ha sido espectacularmente favorable: su estado clínico actual es normal, no presenta sintomatología alguna, sus valores sanguíneos se han normalizado y da negativo en la prueba de leishmania", señala la veterinaria, que aconseja someter a los canes a un examen "rápido y preciso" a partir de la obtención de una muestra de sangre o de tejido ganglionar. Esther Sevillano cree que el éxito del tratamiento supone una evolución en Asturias, ya que hasta ahora las opciones de un perro con leishmaniosis eran "muy limitadas". "Gran parte de ellos sucumbían a la enfermedad. El objetivo de los veterinarios era controlar la sintomatología pero sin llegar a curar la patología mediante el uso de quimioterápicos que además presentaban elevados efectos secundarios", expresa. La vacuna a la carta parece la solución.

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