Víctor González Solís, concejal de Corvera por AINCO hasta 2002, se sentó ayer en el banquillo acusado de un delito de estafa por un antiguo socio, que pide para él tres años de prisión, así como para los dos hijos del exedil, V. A. G. M. y L. G. M. El fiscal avilesino Jesús Villanueva no acusa en este caso, que se vio ayer en la sección segunda de la Audiencia Provincial. La acusación particular, que ejerce D. G. S., bajo la dirección letrada de Ignacio Hernando, sostiene que el acusado le vendió en febrero de 2012 un 49 por ciento de las acciones de su empresa, Astur Área, ocultándole las deudas que tenía contraídas, tanto con Cogersa como con la Seguridad Social y Hacienda.

La compra de las acciones llevaba aparejada la presentación de un aval de 100.000 euros a Cogersa. El querellante sostiene que se le ocultó que Cogersa reclamaba a la empresa por irregularidades en trabajos no realizados. Cuando se presentó el aval, el consorcio de tratamiento de residuos lo ejecutó. El querellante sostiene que se le presentó un balance ficticio de la empresa.

Víctor González Solís se escuda en que él no figuraba como administrador de la empresa. En la vista de ayer quiso presentarse como un mero "recadero" de sus hijos, que eran quienes figuraban como accionistas de la empresa. Antiguo bancario, quiso presentar el asunto como una operación fallida de D. G. S. "Vieron humo en el edifico y tiraron todos los muebles por la ventana", dijo. Los hijos, aunque admitieron que figuraban como accionistas, negaron tener cualquier responsabilidad, ya que era su padre quien la dirigía. Indicaron que habían firmado para ayudar a su padre, que en ese momento "no podía tener nada a su nombre" como consecuencia de sus anteriores actividades. La defensa de los hijos, a cargo de Sergio Herrero, pidió su libre absolución, al considerar que no tuvieron responsabilidad alguna. Al juicio acudió como testigo el director de Cogersa, Santiago Fernández.