La planta de Industria Química del Nalón en Trubia fue ayer escenario del simulacro de una fuga en una conducción de nafta con su posterior incendio y formación de una nube tóxica. En el operativo participaron unos 250 efectivos del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA), el Ayuntamiento de Oviedo, la Guardia Civil, el Cuerpo Nacional de Policía, la Policía Local y la propia empresa, además de servicios sanitarios como el SAMU y Cruz Roja, voluntarios de la agrupación de Protección Civil de Oviedo y una dotación de bomberos voluntarios de Trubia.

El incidente afectaró a un total de 15 personas, de las que cinco resultaron heridas, dos de ellas graves, y 10 intoxicados. El ejercicio supuso la movilización, entre otros, de los vehículos especiales de intervención de emergencias de Bomberos del SEPA, el VAL (Vehículo de Apoyo Logístico) y el camión PMA (Puesto de Mando Avanzado), el helicóptero medicalizado del organismo autónomo y la aeronave de la Guardia Civil, dos UVI-móvil del SAMU y el furgón de riesgos químicos de bomberos del Ayuntamiento de Oviedo.

El simulacro se enmarca en los objetivos de la mesa para la implantación de los planes de emergencia exterior de Asturias, que se puso en marcha en 1999 e implica a Química del Nalón, Asturiana de Zinc, ArcelorMittal, Fertiberia, ENCE, EDP Energía, Repsol, Compañía Logística de Hidrocarburos, Petróleos Asturianos, Alcoa, Inespal, Enagás y Orovalle. Estas doce empresas cuentan con ocho protocolos para la prevención y la actuación en caso de siniestro.

En los últimos tres años, además de la de hoy, se han desarrollado otras dos simulaciones: una en 2014, en el complejo de DuPont, en Carreño, y otra en 2015 en las instalaciones de la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLAH) y Petróleos Asturianos, en el puerto de El Musel.

En el caso de ayer, ante la gravedad del incidente, se activó el Plan de Emergencia Exterior de la Empresa (PLAQUIMPA), en situacion 1, por un accidente en categoría 2. En este nivel, de los tres existentes, se enmarcan aquellos accidentes para los que se prevén como consecuencias posibles víctimas o daños materiales.

"Este tipo de ejercicios prácticos muestran nuestra capacidad para hacer frente a posibles accidentes industriales que impliquen un riesgo evidente para la población y el medio ambiente y son esenciales también para que estemos perfectamente preparados", destacó el consejero de Presidencia, Guillermo Martínez, quien añadió que, a falta de un análisis más exhaustivo de los resultados, "tanto la intervención y coordinación de los equipos como los tiempos de respuesta han sido óptimos".