El Grupo parlamentario Popular borra la abstención de sus alternativas de reacción ante el proyecto de Presupuestos que está a punto de iniciar su tramitación en la Junta con cada vez más contestaciones de palabra desde la oposición. El PP, ayer con la voz del diputado José Agustín Cuervas-Mons, desactiva la hipótesis del intercambio de abstenciones con el PSOE tras la de los socialistas que permitió la investidura de Mariano Rajoy y deja abiertos los demás escenarios en el debate de las posibles enmiendas a la totalidad, pero mantiene su reiterado rechazo al tratamiento que da el plan al Impuesto de Sucesiones.

Mientras eso sucede en las filas populares, y mientras Emilio León (Podemos) perseveraba ayer en su "impresión" de que los cambios que el proyecto incluye en el tributo sobre las herencias son "guiños" para un "apoyo implícito" del PP, el PSOE ve crecer las censuras verbales a su diseño de cuentas para 2017 e incluso hacia su actitud. Gaspar Llamazares (IU) les afeó ayer que "no están creando un buen clima de negociación" y tras contradecir el calificativo del Principado para su Presupuesto -"bastante cerrado" en lugar "abierto- cuestionó incluso aquellos capítulos que el Gobierno dice haber mejorado. Por ejemplo, el asturiano. IU teme que le den "gato por liebre" mermando en paralelo el apoyo a la Academia de la Llingua, pero "incluso en el engaño", dice, prevén "seguir negociando". Ciudadanos acepta haber visto "en parte" su petición de más dinero para autónomos e I+D+i, pero añade que "no es suficiente," mientras Foro lamenta que las cuentas parezcan "el fantasma de las navidades pasadas".

La Junta, además, debatirá el día 23, coincidiendo con el pleno de las posibles enmiendas a la totalidad del Presupuesto, el suplemento de crédito de 64 millones aprobado por el Gobierno para aprovechar la elevación del margen de endeudamiento para financiar la sanidad. El PP reclamó ayer un pleno extraordinario que propició un nuevo enfrentamiento con el PSOE entre acusaciones mutuas de "infantilismo".