El colectivo de Auxiliares Educadores y Fisioterapeutas, personal laboral adscrito a la Consejería de Educación, volvió ayer a las calles de Oviedo -en Fruela, frente a la Junta General del Principado- para manifestarse contra su situación laboral que les condena -aseguran- a condiciones laborales precarias y sueldos en torno al salario mínimo interprofesional.

Es una situación en la que se encuentran, con escasos matices, unos 170 profesionales repartidos por colegios de toda Asturias. Sus plazas fueron creadas en el pasado mes de octubre a raíz de una recatalogación de puestos de trabajo que supuso la desaparición de 28 plazas de operarios de servicio (en su mayoría de limpieza y casi todo empleo femenino) y la creación en su lugar, pero a tiempo parcial, de otras 26 plazas de auxiliares educadores y de dos de fisioterapeutas.

Lo que se ganó en estabilidad lo perdieron, según denuncian, en condiciones laborales "y en una importante merma de sueldos", que llega hasta el 30%, dicen.