José Luis Álvarez Almeida es el primer presidente electo de la asociación de hostelería y turismo Otea, nacida de la fusión de las tres grandes patronales del sector: Hostelería de Asturias, Hostelería de Gijón y Unión Hotelera de Asturias. La semana pasada celebró su primera asamblea general y elecciones a la presidencia y dirección. Sólo se presentó la candidatura de Alvarez Almeida, que salió adelante sin necesidad de votación
-Estará orgulloso de haber sido elegido por aclamación.
-Lo que me sentí fue muy arropado. No apoyado, sino arropado. Era muy importante que participaran miembros de las asociaciones para transmitir la unidad que existe y lo necesaria que era esta fusión. Porque Otea nace con la idea de fusionar a todas las organizaciones territoriales. Por eso también se han incorporado, aunque no como socios, los representantes de los Campins y el turismo rural. Queremos que nos conozcan. Si entienden que no tienen cabida, entonces es que tenemos que dar un giro. Y si ven que lo que hacemos también les sirve, entonces confiamos en que se incorporen como socios de pleno derecho. Si hemos conseguido ponernos de acuerdo las tres asociaciones grandes, ¿cómo no vamos a poder ponernos de acuerdo entre todos?
-En su discurso habló de la necesidad de impulsar las juntas locales. ¿En qué consistirá?
-Van a ser claves y tenemos que reinventarlas entre todos porque son las que deben mantener una relación cercana y directa con los ayuntamientos. Y deben de contar con todo el apoyo de todos los departamentos de Otea, y que los socios vean que le sacan rendimiento a su pertenencia a la asociación.
-En su discurso como primer presidente de Otea se refirió a la lucha contra el consumo de alcohol entre los jóvenes.
-No existe ninguna política real por parte de la Administración que quiera acabar con la lacra del "botellón", que es una moda social. Fuimos los hosteleros los que pedimos que se ampliara la edad de consumo de 16 a 18 años, y bien que nos costó que se implantara. Pero ¿en cuántos bares beben los niños? En unos pocos de toda la región, pero nos están perjudicando a todos.
-¿Cerrar es la solución?
-Sería una medida. Pero estamos hablando de un problema educacional. Impedir que los niños se machaquen la salud es una responsabilidad social, pero empieza en casa, y también deben estar implicados los colegios y los institutos.
-Pero que un hostelero vendan alcohol a un menor, es culpa del hostelero.
-De ése en concreto. Pero no de todos. ¿Por qué no se habla del que se niega a servir más alcohol a un cliente porque considera que ya es suficiente? ¿O del que le quita las llaves para impedir que conduzca porque no está en condiciones? Esos son la mayoría, y no los que venden copas a los niños.
-¿Se avanza poco en el consumo responsable de alcohol?
-El consumo responsable de alcohol implica que una copa o una consumición tiene una medida justa. Nos estamos planteando realizar jornadas con los hosteleros de copas, aunque en realidad nos atañe a todos.
-Perdone, ¿tiene alguna propuesta?
-Bueno, hay que pensarlo. A lo mejor habría que plantearse hacer como en el resto de países y que se sirva la medida justa de una bebida y que los hosteleros ajustemos a eso los precios.
-¿Se refiere a eso de pedir un whisky o un whisky doble?
-Si se va a la carnicería se pide un kilo de chuletas y se paga eso. Y si se pide un kilo y medio, se paga un kilo y medio. Pues el que pida un chupito pagará un chupito de, yo qué sé, 5 centilitros, por decir algo. Y el que lo quiera doble pues pagará por 10.
-¿Usted cree que esto es viable en Asturias?
-No lo sé, pero todas las cosas son cuestión de concienciación y formación.
-Récord de dos millones de turistas en Asturias y sin que acabe el ejercicio. Buen año.
-Ha sido un buen verano y un buen año. Pero hay un dato que se desconoce: que hay cinco meses al año en que muchos hoteles están cerrados porque no tenemos turistas. ¿Cómo es posible esto? Asturias tiene capacidad y recursos para enamorar y ser atractiva todo el año. ¿Por qué no lo hace? Tenemos que cambiar el chip y hacer cosas nuevas por las que nos conozcan.
-¿Por ejemplo?
-Tenemos el Antroxu, con un menú propio. ¿Por qué no vendemos fuera un paquete con el carnaval gastronómico? Tenemos el Camino de Santiago, ¿Por qué no lo empaquetamos bien y salimos a venderlo fuera? Y así con el turismo religioso, las costas y los ríos, etcétera, etcétera. Tenemos los recursos y ahora nos falta hacer el recurso y salir a vender Pues el vuelo, más tres noches de hotel más el Camino de Santiago. Empaquetarlo y venderlo bien. Si esta región tiene encanto hasta cuando llueve, lo que no ocurre con otras. Pues aprovechémoslo.
-Ahora que hay más conexiones aéreas e internacionales.
-Hay que impulsar la promoción en destino. ¿Por qué unas jornadas gastronómicas se presentan aquí y no en Madrid o en Cataluña o en otros sitios? Los alcaldes y hosteleros se esfuerzan por atraer visitantes a sus concejos. Muy bien. Pero al de aquí ya lo tienen; hay que captar al de fuera.
-¿Qué tal las relaciones con el Ayuntamiento de Oviedo?
-La comunicación es nefasta, pero seguimos a su disposición para conocer su política turística, si es que este gobierno la tiene. Los hosteleros de esta ciudad necesitamos saber y participar de ese proyecto, que desconocemos si existe. ¿Qué ofrece Oviedo en Navidad? La pista más grandes de hielo y el cambio del recorrido de la cabalgata de Reyes. ¿Y qué más? El Gobierno regional no debería permitir que Oviedo entre en esa deriva porque perjudicará a toda Asturias.
-Usted también incidió en varias ocasiones en la necesidad de cambiar la formación en el sector. ¿Qué plantea?
-Pues que se vea lo que se está haciendo en el País Vasco, o en Galicia, y que se busquen otras fórmulas distintas a las que existen. ¿Cómo podemos limitarnos a dar cursos de formación en la que uno de los módulos incluye cómo hacer un sandwich? ¿Qué es eso? Habrá que hacer cursos intensivos de inglés, aprender la venta emocional, cómo aprovechar las nuevas tecnologías....
-Esa es una de sus peleas en la concertación.
-Una de las grandes ventajas de haber creado Otea es que ahora se cuenta con una mesa específica de turismo en el pacto de concertación, donde se tratan todos estos asuntos. El Gobierno del Principado debería ver este cambio de chip que planteamos en el modelo formativo como una inversión y no como un gasto, si quiere realmente que siga creciendo la aportación del turismo a la economía regional y que superemos el 10% del PIB actual.
