Tenemos muchos escolares con nivel alto, pero muy pocos con nivel de excelencia. Es una conclusión que se confirma y reafirma cada vez que son publicados los resultados de las pruebas internacionales de evaluación, tanto en Primaria como en Secundaria.
En este caso el informe sobre competencias en Ciencias y Matemáticas con los alumnos asturianos de cuarto de Primaria incide en estos datos hasta el punto de que la Consejería de Educación reconoce que estamos ante "un aspecto mejorable".
Los responsables del departamento educativo asturiano señalan que "después de concentrar a más del 75% de los estudiantes en los niveles intermedio y alto sería esperable un alto porcentaje de estudiantes en el nivel superior". Pero no es el caso.
Las pruebas TIMSS evaluaron a casi mil estudiantes asturianos cuyas edades están entre los 9 y los 10 años. De ellos, menos de 40 alcanzaron en el "examen" de Matemáticas lo que la Asociación de Estudios Internacionales de Evaluación, la institución que se encarga de estas pruebas, entiende como "nivel avanzado". Para cuantificarlo: sobre un baremo general de 500 puntos (que sería el 5), el nivel avanzado se consigue a partir de 625 puntos.
La excelencia es un poco mayor en Ciencias. De ese millar de estudiantes de cuarto de Primaria que realizaron la prueba TIMSS 2015 unos 60 lograron alcanzar el "nivel avanzado". Ni qué decir que no hablamos en términos absolutos de un centenar de alumnos (60+40), sino de bastantes menos porque muchos de los alumnos que presentaron un examen de sobresaliente en Matemáticas hicieron lo propio en Ciencias.
Poca dispersión
En todo caso son pocos. En España los porcentajes incluso descienden más. La mayoría de países europeos nos superan en este aspecto, aunque los datos españoles sean más homogéneos y el sistema educativo en nuestro país arroje cifras de dispersión de notas mucho más contenidas que otros. En este aspecto de homogeneidad Asturias, hay que decirlo, es todo un ejemplo.
Dejamos a un lado las estadísticas de Singapur y Corea del Sur. Algún malpensado podría suponer que hay tongo, porque el 50% de los estudiantes evaluados en Singapur arrojaron resultados de excelencia en Matemáticas. En Corea del Sur, el 41%. Japón es la tercera potencia mundial en habilidades matemáticas en Primaria con un 32% de niños en el nivel de excelencia.
Lo que nos importa son los datos de los países del entorno de España y las medias de la Unión Europea y de los 24 países de la OCDE que participaron en las pruebas. El 7% de los alumnos de Primaria de la UE son de nivel matemático avanzado, y el 10% de la OCDE, cifras muy similares en lo que respecta a la evaluación en Ciencias.
Cuando se analiza ese tramo estadístico de los alumnos que superan los 624 puntos, tanto en Ciencias como en Matemáticas a España (y también a Asturias) las superan países europeos como Irlanda del Norte, Noruega, Finlandia, Hungría, Portugal, Polonia, Inglaterra, Lituania o Chipre, entre otros.
Las causas
Hay lecturas variadas sobre este escaso porcentaje de alumnos de excelencia. Una incide en un insuficiente esfuerzo del sistema para atender a alumnos de altas capacidades, pero los grandes exámenes de las pruebas TIMSS ahora evaluadas no tienen porqué corresponderse con ese perfil de alumnado. Al menos, no solamente.
Algunos pedagogos afirman que el ambiente escolar no favorece en España a los alumnos más brillantes; a veces incluso se vuelve hostil.
La pregunta es: ¿tiene el sistema educativo la suficiente agilidad para responder al ritmo que necesitan los mejores alumnos, o estos se ven frenados por el ritmo general educativo del aula?
La otra cara de la moneda es más positiva porque Asturias tiene también muy pocos alumnos encajonados en el nivel más bajo de resultados, aquellos que no alcanzaron en las pruebas internacionales los 400 puntos. Solo dos de cada cien alumnos asturianos no llegan a esa puntuación en Ciencias, y cuatro en Matemáticas. En ese tramo estamos a la misma altura que Finlandia o el ya mencionado Singapur.
Y mañana, los resultados de las pruebas PISA, toda una evaluación externa como quiere el Gobierno. Y ahí, en Secundaria, sí que "juegan" todas las comunidades autónomas.
