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Asturama

Combinados con medida

Los hosteleros aprueban la idea de servir bebidas alcohólicas con una determinada dosificación por sus efectos económicos y para favorecer un consumo responsable

Combinados con medida

El presidente de la patronal de hostelería y turismo, Otea, José Luis Álvarez Almeida, puso sobre la mesa la posibilidad de estudiar servir las bebidas alcohólicas con una determinada dosificación y ajustar el precio a esa cantidad, como se hace en otros países. La idea, que no se ha discutido en el seno del colectivo, ya ha captado adeptos y escépticos, aunque no rechazo. La idea se sostiene sobre el principio del consumo responsable, que se sumaría a la de endurecer la persecución de los locales en los que se sirva alcohol a menores. Pero los hosteleros ven en esta idea una ventaja añadida: ajustar los precios para cubrir gastos. Aseguran que llevan años sin subidas y que es difícil mantener el negocio.

El presidente de la Asociación Llanisca de Restaurantes (Allares), Javier Garaña, calificó ayer de interesante la propuesta planteada por el máximo responsable de Otea de servir las copas en base a una medida en lo que a la cantidad y al precio se refiere. "El consumo de alcohol responsable, como el lógico, es el ideal. No se trata de beber hasta reventar, sino de degustar una buena copa o un buen gin-tonic. Las bebidas alcohólicas no hay por qué demonizarlas. Es cierto que las cantidades de alcohol que se sirven en determinados pubs o discotecas, en ocasiones, son excesivas porque también así lo reclama el cliente. Una persona joven lo que quiere es efecto alcohólico a bajo coste. Si en los bares se dosificasen las copas no cabe duda que sería una práctica a la que la gente se terminaría acostumbrando y que se terminaría aceptando. Es un tema cultural", señaló.

Para Garaña "sería positivo comenzar a estudiar la propuesta de la dosificiación y de ajustar el precio en busca de una fórmula para que pueda llevarse a cabo", dijo.

El hostelero César Loredo, de Pola de Siero, consideró que la medida puede ser beneficiosa porque los establecimientos tienen cada vez más cargas y las ventas podrían tener algo más de beneficio.

"Cada vez tenemos menos beneficios y cada vez tenemos que hacernos cargo de la subida de las bebidas, cuando la mayoría de los hosteleros llevamos años que no subimos los precios. Ahora con otra subida -por el anuncio del incremento fiscal al alcohol y los refrescos- si subes los precios metes a la gente en casa más de lo que está metida", sostuvo.

Unidad en el sector

La propuesta de controlar las dosis de alcohol "económicamente sería buena, porque las copas en vaso de sidra están haciendo que pierdas cada vez más dinero si no subes el precio". Pero el problema está en que "lo tenemos que hacer todos. Si lo hiciera todo el mundo, estaría bien, pero si alguien decide no hacerlo, nos fastidia a los demás. Eso pasó en su día con la hora de cierre. Nos pusimos de acuerdo pero en cuanto alguien lo empezó a incumplir, los demás tuvimos que ir detrás. Si alguien ofrece copas sin dosificar, te llevará a la gente y tú no podrás sostenerlo", concluyó.

El hostelero afincado en Navia Laurentiu Teodor Costea, aseguró que "lo principal en el tema del consumo de alcohol es cumplir la ley. La menor que murió por un coma etílico fue víctima por no respetar la norma". Por eso, señaló que en su negocio está "muy vigilado" que ningún menor tenga acceso a bebidas espirituosas. Además, este hostelero no cree que se pueda llevar a cabo la propuesta de poner una medida a las copas, ya que no ve posible limitar la cantidad de bebida espirituosa en cada combinado. "Es algo que no se puede llevar a la práctica, porque cada bebida tiene su graduación, no es lo mismo un licor de 20 grados que otro de 40", afirmó, añadiendo que supone un engorro más para los camareros. Sin descartarlo, afirmó: "Lo veo como algo utópico".

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