Los expertos que han redactado el Plan territorial especial del suelo de costas de Asturias alertan de la necesidad de poner en marcha con urgencia un plan de "eliminación rápida" de las plantas invasoras que están proliferando en los últimos años en numerosos puntos del litoral. El objetivo número uno de esa actuación es la "Carpobrotus", también conocida como uña de gato, que está desplazando a la vegetación autóctona y amenaza campos lunares de incuestionable valor. Esta especie, apuntan los especialistas, ha logrado extenderse a lo largo de toda la costa regional, incluyendo también enclaves urbanos. Se ha detectado su presencia hasta en el paseo del Rinconín de Gijón, desde donde ha pasado a espacios ruralizados del entorno.

El Plan de Ordenación del Litoral de Asturias (POLA) ya advirtió de la necesidad de actuar contra la "Carpobrotus" en enclaves de alto interés medioambiental de la región, aunque lo hizo con "escaso éxito", según los expertos, que piden incrementar ahora los controles contra la especie en zonas como el entorno de la playa de La Reburdia, en Tapia de Casariego, con el objetivo de evitar que se extienda hacia los campos dunares próximos. Algo similar ocurre en Vidio (Cudillero), donde se ha detectado la presencia de estas hierbas alóctonas tanto en las cercanías del faro como en los espacios para el aparcamiento de vehículos.

La conocida playa de Los Quebrantos, en Soto del Barco, tampoco escapa a la invasión de la uña de gato. Allí, los expertos alertan de un sistema dunar que se encuentra en "regresión, terrificado, praderizado e invadido" por la "peligrosa" "Carpobrotus". En el arenal de Vega (Ribadesella) hay dunas en las que también se ha constatado la presencia de esta planta invasora.

En este escenario, uno de los principales objetivos que se marca el nuevo plan del suelo de costas es la puesta en marcha de un programa para la erradicación de la "Carpobrotus" y de otras especies invasoras, algo que requiere carácter de urgencia en las zonas de mayor valor ecológico, como es el caso de los campos dunares. Muchas de estas plantas han salido de jardines de propiedades privadas cercanas al litoral y han conseguido apropiarse de amplias franjas costeras, expulsando a la vegetación autóctona y generando un peligro evidente para la biodiversidad.

Además de la temida "Carpobrotus", entre las plantas invasoras que más preocupan a los expertos que han peinado el litoral asturiano también se cuentan la "Cortaderia", la "Arcotheca calendula" y la "Stenotaphrum secundatum". Todas "infectan" buena parte de la franja costera del Principado.