El consejero de Educación y Cultura escuchó varios "continuista" para calificar el proyecto presupuestario de su departamento y algún "triunfalista" para su actitud al defenderlo. Genaro Alonso había celebrado en su turno de explicación delante de los portavoces de los grupos parlamentarios de la Junta que las cuentas previstas para su Consejería hayan crecido un 1,20 por ciento hasta llegar a una previsión de 782,7 millones de euros para 2017 y había utilizado esas cifras para proclamar que consolidan "la tendencia alcista de los fondos que gestiona esta Consejería, superando y dejando atrás el contexto de crisis económica que lastró el gasto de las administraciones en la pasada legislatura".

El "tono triunfalista" preocupó a la diputada de IU Concha Masa, Ciudadanos, PP y Foro coincidieron en el calificativo, "continuista", y Podemos hizo expresa una enmienda global que, entre otros muchos reproches, no observa en el proyecto de cuentas "ni un solo gesto en defensa de la educación pública". Los grupos de la oposición censuraron casi a coro la dotación sobre todo de la parcela educativa y con particular intensidad la ausencia de un contrato-programa para la Universidad, el "compromiso escaso y poco valiente", dijo Masa, para la extensión de la red de educación infantil para menores de tres años, la escasez de las inversiones programadas para la mejora de infraestructuras educativas -que dejan para 2018 el grueso de la inversión para los nuevos institutos en La Corredoria y La Florida, en Oviedo, y la ampliación del gijonés de Roces- o la "insuficiente" (PP) o "intolerable" (IU) "reducción de los fondos destinados a la gratuidad de los libros de texto".

El reproche fue generalizado y contundente, con diferentes modulaciones en la intensidad, cuando a los turnos de valoración llegaron los representantes de PP, IU y Ciudadanos, los grupos a los que el Gobierno necesitaría para sacar adelante sus presupuestos si definitivamente se diera un portazo a la vía de Podemos. Los populares criticaron sonoramente el plan antes de dejar, eso sí, en la intervención del diputado David González Medina "la puerta abierta a la mejora de estos presupuestos". Era la misma censura con posibilidad de reversión que después dejaría ver también su colega Matías Rodríguez Feito.

Genaro Alonso analizó con profusión la segunda consejería con mayor dotación en el proyecto de cuentas del Gobierno para 2017, el destino que toman casi dos de cada diez euros en el presupuesto recién registrado por el Principado para el año que viene. "Uno nunca puede sentirse satisfecho cuando se habla de inversión en educación", apuntaló su argumento el Consejero, que sí se dijo "razonablemente contento" a la vista de que las cuentas propuestas permiten a su departamento "mantener su capacidad inversora" y priorizar "el sostenimiento de los gastos inherentes al sistema educativo", que prevalecen sobre las demás áreas de la Consejería. Alonso festejó el 18,8 por ciento de crecimiento de la partida para la red de menores de tres años, pero volvió a responder que no a la pregunta de Lucía Montejo (Podemos) sobre su integración en la Consejería. Su titular esquivó también la demanda de Concha Masa respecto al número de plazas que abarcarán las próximas oposiciones al cuerpo de maestros. Hay 700.000 euros presupuestados para este capítulo, resaltó Alonso antes de reiterar que el Principado agotará la tasa de reposición que fije el Gobierno central.

A la controversia sobre el contrato-programa replicó la directora general de Universidades, Cristina Valdés, que la financiación de la institución "va subiendo poco a poco, que le gustaría avivar el ritmo y que mira el próximo ejercicio "más como un año de transición hacia el contrato-programa". En las partidas de la promoción del asturiano, por lo demás, IU anunció una enmienda para que la Academia de la Llingua recupere la "el estatus que merece", después de que el presupuesto le dé, en cumplimiento de la ley, según el Principado, la consideración de ente privado.