La consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales del Principado niega que la población de osos pardos se haya extinguido en el oriente de la región, como alerta el Fondo para la Protección de Animales Salvajes (FAPAS). Según el director de Recursos Naturales, Manuel Calvo, el grupo conservacionista "miente" al asegurar que la especie lleva dos años desaparecida de los concejos de Amieva, Ponga y Caso. "Desde el año 2000 hasta la fecha hemos pagado 48 expedientes por daños de oso en el Oriente. Y son datos sacados y contrastados de la Guardería del Medio Natural y de la Patrulla Oso", sostiene. Calvo va más allá y afirma que en los últimos años se han hecho observaciones directas de plantígrados en la zona y se han identificado huellas, excrementos y pelos. "Todo lo demás es desinformación", dice, en relación al FAPAS.

El grupo ecologista lanzó la alerta el jueves en base a las imágenes recogidas por las cámaras automáticas instaladas en los bosques del oriente. "Lo primero, las cámaras fijas con fines científicos, requieren la autorización expresa del Parque Natural así como la conformidad de la autoridad propietaria del terreno. Eso lo recogen los Instrumentos de Gestión Integrados (IGIs) y el FAPAS no lo cumple. Y lo segundo, si sólo se basan en cámaras para obtener datos, la información que dan es muy parcial", expresa Manuel Calvo. El último censo de la especie, presentado este año por las comunidades autónomas de Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla y León, estima que el número total de osos en la Cordillera Cantábrica se sitúa entre los 230 y los 260 ejemplares, de los cuales entre 190 y 200 se encuentran en el Occidente y al menos 40 en el Oriente. "Es cierto que hay menos osos en el orientee de Asturias que en el occidente, pero es falso que estén extinguidos. Uno de nuestros objetivos es conectar ambas subpoblaciones", destaca Calvo, que aporta datos que confirman la presencia de plantígrados en los concejos del Oriente.

Como ejemplo, en Amieva se hicieron en 2003 y 2006 observaciones directas de osos; en Caso, hasta la actualidad hay numerosos casos de observación, expedientes de daños y seguimiento de rastros. En septiembre y octubre de este año se produjeron en ese concejo daños en colmenas. En Ponga, el año pasado se localizaron huellas y excrementos, y entre el 2000 y 2011 se estuvieron viendo ejemplares. Además, Aller y Lena, dos de los concejos en los que se produce el intercambio genético entre ambas poblaciones, se pagaron 17 expedientes por daños desde el año 2000 , se hicieron avistamientos y se vieron pelos y excrementos.