El Tribunal Supremo revisará el miércoles que viene, día 15, la sentencia condenatoria de Montserrat González, su hija Triana Martínez y la exagente local Raquel Gago por el asesinato de la entonces presidenta de la Diputación de León Isabel Carrasco. Madre e hija fueron condenadas a 22 y 20 años de prisión, mientras que, sorprendentemente, a la agente Gago se le impusieron cinco por encubrimiento, que luego fueron elevados a 12. Montserrat González está casada con el excomisario de Astorga, el inspector Pablo Antonio Martínez, hoy destinado en Gijón, donde trabajó muchos años.

Madre e hija se han querellado contra el policía municipal jubilado que las persiguió tras matar a Carrasco, y cuyo testimonio fue clave en el juicio. Le acusan de haber prestado falso testimonio en el juicio celebrado en la audiencia de León.