El viaje en Alvia entre Asturias y Madrid bajará ligeramente de las tres horas de duración en 2018, cuando, si no hay más retrasos, abra al tráfico la ansiada variante de Pajares. En concreto, el servicio de Oviedo a la capital de España que solo cuenta con una parada intermedia en Valladolid, y que tarda en la actualidad 4 horas y once minutos, quedará dentro de dos años en dos horas y 56 minutos. En el caso de Gijón, ese mismo desplazamiento, que hoy ocupa cuatro horas y 38 minutos, se reducirá a tres horas y 23 minutos.

El recorte global de una hora y cuarto en el desplazamiento en tren a la capital de España se irá produciendo por fases de aquí a 2018. La primera rebaja llegará en junio de 2017 y será de diez minutos. Tal y como confirmó el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, durante la visita a Asturias del pasado miércoles, ese mes se pondrá en servicio, con un notable retraso sobre las previsiones iniciales, el sistema de control de la circulación del AVE (ERTMS) en el tramo de León a Valladolid, lo que permitirá un incremento de la velocidad media del Alvia que se traducirá en una reducción en el tiempo de viaje a Chamartín. Ese trayecto por la Meseta fue inaugurado en septiembre de 2015 con un dispositivo menos exigente que el específico para la Alta Velocidad en sus casi 170 kilómetros de longitud. Es el denominado ASFA, que impide a los Alvia que cubren la línea Gijón-Madrid superar los 200 kilómetros por hora. Cuando se active el ERTMS, en junio según las previsiones, los trenes de Asturias ya podrán alcanzar los 250 kilómetros por hora de la capital leonesa a la pucelana, que es la misma velocidad a la que van ahora de Valladolid a la terminal madrileña de Chamartín. Como consecuencia, el desplazamiento a Madrid desde Oviedo bajará a cuatro horas y un minuto, y desde Gijón quedará en cuatro horas y 28 minutos. Los AVE "puros" León-Madrid pasarán de los 200 kilómetros por hora de la actualidad a 350 por hora, con lo que el viaje de la provincia vecina a Chamartín se reducirá de 126 a 105 minutos.

La segunda reducción del tiempo de viaje entre Asturias y Madrid se hará efectiva en la primavera de 2018, cuando, si no hay retrasos, se culminarán las obras para la integración del AVE en León, proyecto que incluye la erradicación del "fondo de saco" que penaliza a los trenes de Asturias desde hace más de un lustro. Según De la Serna, la actuación generará otra rebaja de un cuarto de hora, de forma que el viaje de Oviedo a Madrid quedará en tres horas y 46 minutos, y desde Gijón en cuatro horas y trece minutos. En concreto, el proyecto para acabar con las maniobras de entrada y salida marcha atrás a la terminal de la provincia vecina consiste en la ampliación de la estación actual en unos 450 metros cuadrados y la construcción de andenes soterrados, con dos vías pasantes para los trenes del Principado, así como un trazado bajo tierra de 500 metros para salvar el tramo que quedó fuera de servicio cuando se inauguró la actual terminal de la ciudad. Cuando todo esté listo, los trenes que circulen del Principado a Madrid entrarán en León por el tramo soterrado, se detendrán en los andenes bajo la estación y saldrán en dirección a Palencia sin necesidad de maniobrar. La circulación será idéntica, pero a la inversa, para los trenes Madrid-Gijón.

Finalmente, la rebaja del tiempo de viaje más significativa se materializará con la apertura de la Variante y del primer gran túnel bajo la Cordillera, de 25 kilómetros de longitud. El tramo de 50 kilómetros entre Pola de Lena y La Robla permitirá "jubilar" el centenario y tortuoso paso de Pajares.

El recorte será de 50 minutos y permitirá viajar en tren de Oviedo a Madrid en tres horas y hacerlo desde Gijón en menos de tres horas y media.