En diciembre llueven estrellas. Mañana por la noche llegan las gemínidas, uno de los mayores diluvios astronómicos del año junto a las perseidas. El momento de máxima actividad de luz se producirá a las 2 de madrugada, con 120 meteoros a la hora, coincidiendo con la Luna llena. Pero en Asturias no sólo habrá chaparrón de estrellas, sino que también de agua. El sol se apagará mañana para dar paso a las nubes y las precipitaciones. Serán en general débiles, aunque podrán ser más intensas en la mitad occidental. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé también descenso de temperaturas máximas y nieve por encima de los 1.600 metros de altitud.

El origen de la lluvia de las gemínidas está en el asteroide Faetón. Este objeto, una especie de híbrido entre asteroide y cometa, se acerca al Sol cada 1,4 años. El calor que quema los residuos de polvo que cubren su superficie forman una especie de cola de grava. Según los expertos, mañana se podrán ver una media de dos estrellas fugaces por minuto. Esta lluvia fue observada por primera vez en 1862. Si la noche acompaña, el espectáculo se podrá ver a simple vista.