Rosa Martínez, leonesa de 1975 criada en Ponferrada, nieta de llanisca y diputada por Vizcaya, tiene un escaño de cuota ecologista y por el cambio de modelo productivo en la bancada de Unidos Podemos en el Congreso. Politóloga, coportavoz de Equo, parlamentaria por el acuerdo de integración del partido verde en las listas de confluencia de la formación morada, defiende los postulados de su organización en las comisiones de Economía, Industria y Cambio Climático. Ejerce de hija de minero y visita cada vez que puede el pueblo de su abuela, Los Carriles, entre Posada y Nueva, en Llanes.
-Valore la integración. ¿Qué les ha dado Unidos Podemos?
-La valoración es muy positiva. No sólo porque gracias nos ha permitido tener representación en ayuntamientos y comunidades autónomas, en el Congreso y en el Parlamento Europeo, también porque hemos conseguido que nuestros mensajes sobre el cambio de modelo productivo, el cambio climático o la transición energética tengan un altavoz. Es un espacio que aún se está empezando a construir, ahora el gran reto está en cómo articularlo y dotarlo de un proyecto político común.
-¿El medio ambiente falta en la agenda política?
-O estaba de manera tremendamente negativa, porque venimos de una legislatura que ha traído una auténtica contrarreforma ambiental. El acuerdo del clima de París ha otorgado al cambio climático cada vez más espacio en el debate público, pero sigue muy lejos de la voluntad política y de la agenda de los partidos y de las instituciones. Todo el mundo comparte que es una urgencia, pero eso no se llega a traducir en acciones reales. Falta dar ese paso hacia una transformación y en esta tarea nosotros apostamos por una visión muy transversal del medio ambiente: defendemos que las cuestiones medioambientales afectan a los derechos y a la vida de las personas y como tales deben ser tratadas.
-Desde IU de Asturias se ha sugerido la posibilidad de una marea, una "Asturias en común", un espacio de integración total de la izquierda. ¿Cómo lo ve?
-Unidos Podemos tiene que ampliarse, consolidarse y buscar sus propios mecanismos de participación, representación y conformación de proyecto político. Tenemos que ver de qué manera podemos defender cada uno nuestra identidad, nuestro programa y nuestras propuestas partiendo de lo que nos une. En ese trabajo, Cataluña marca el ritmo y su ejemplo se puede replicar en otros territorios. Ya se está hablando de una marea andaluza, ¿por qué no aquí? Esos espacios de encuentro, que deben ser muy respetuosos con la pluralidad, son necesarios. Pero hablamos demasiado de las herramientas, de las siglas, y se nos olvida que lo importante es ofrecer un proyecto político que dé confianza a la ciudadanía para que nos reconozca como una fuerza de gobierno con un proyecto.
-¿Ustedes son más de Iglesias o de Errejón?
-Somos de Equo. Ese es un debate interno del proyecto de Podemos, lo respetamos y nos mantenemos al margen.
-El PP en minoría, el PSOE desmembrado? ¿Qué legislatura nos espera?
-Los programas electorales dan margen para que haya cambios en ciertas cuestiones. Ya se ha admitido a trámite la paralización de la LOMCE, en el terreno energético hay posibilidad para acuerdos que hagan cambiar de rumbo las políticas, también en la subida del salario mínimo o en la mejora de la calidad democrática de nuestras instituciones? Pero el hecho de que haya margen no quiere decir que sea obvio. Hay que saber hacia dónde va el PSOE una vez que aclare sus posiciones internas. A día de hoy, la realidad es que hay una sola fuerza en la oposición. Unidos Podemos es quien está mostrando más frontalmente su disconformidad con las propuestas y los modos del PP. Rajoy siempre tendrá el as de unas elecciones en la manga, y también habrá que ver cómo está el PSOE de preparado para eso? En seis o siete meses sabremos si vamos a una legislatura corta o larga, pero nos tememos que será larga y que el PSOE prestará sus votos a una política continuista.
-¿Se han arrepentido de no apoyar un gobierno de Pedro Sánchez, viendo que el resultado es más Rajoy?
-De aquel proceso todas las fuerzas aprendimos algo. El acuerdo de gobierno con Ciudadanos nos difería mucho del que éstos han firmado con el PP y no ofrecía ninguna garantía para un gobierno de cambio, se nos pedía un cheque en blanco. De diciembre a junio, los números se han dado mejor para un Gobierno del PP, pero no debemos olvidar que eso se ha sustanciado gracias a los votos del PSOE. Lo hecho, hecho está. Debemos ser capaces de demostrar quién lidera la oposición y que en Unidos Podemos hay un proyecto de alternativa al PP.
-La actitud de Unidos Podemos hacia el futuro del carbón ha traído cola. ¿Dónde están ahora?
-Defendemos el futuro de las cuencas mineras y tenemos claro que eso pasa por una solución justa para los trabajadores. No somos nosotros los que decimos que hay que cerrar las minas, es la UE la que ha fijado el fin de las ayudas en 2018 y todos somos conscientes de que la actividad minera no podrá continuar. La transición hacia otro modelo energético y la económica debe ser justa para las personas y los territorios, pero necesitamos urgentemente un plan de empleo y de reconversión. Hay alternativas, hay estudios, hay empleo verde que puede generar millones de empleos, pero también entiendo que en el pasado se ha hecho muy mal, que se han invertido muchísimos miles de millones en las cuencas y que siguen sin verse los resultados, pero el que no haya funcionado no quiere decir que no pueda funcionar si se hace con responsabilidad y con criterio de futuro. Defender el futuro del carbón más allá de 2018 es no ver la realidad.
