El Circo del Sol vuelve a Gijón del 25 al 29 de enero próximos en su gira por España, aunque lo hace con "Varekai", un show que ya estuvo en la ciudad hace años. Sin embargo, llega con nuevos artistas y novedades en los números. Así lo adelanta Bruno Darmagnac, director artístico del espectáculo, del que depende directamente la parte fundamental del gran engranaje del Circo del Sol: los artistas.
-¿Cómo definiría Varekai?
-Una historia. Varekai utiliza las acrobacias, música en directo, un vestuario y una escenografía únicas para contar una historia y mandar un mensaje de esperanza. Inspirado en una historia real, el director del show, Dominic Champagne, partió de su propia experiencia para crear Varekai. Durante un ensayo de otra producción, Dominic se cayó y se rompió sus dos piernas: de repente su vida cambió y tuvo que readaptarse. Varekai empieza con el personaje principal cayendo a cámara lenta desde lo alto del teatro. Aterriza en un bosque lleno de extrañas criaturas; para sobrevivir tiene que encontrar la forma de adaptarse, de confiar en algunas de esas criaturas y de aprender cómo avanzar de nuevo sin ser una víctima, así como de enamorarse otra vez. Nuestro héroe, Ícaro (un tributo al clásico mito griego) tundra éxito, y nos viene a decir a todos que a pesar de todo lo que nos pueda pasar, depende de nosotros vencer las dificultades y ser fuertes.
-Varekai estará por segunda vez en Gijón. ¿Por qué deberían repetir aquellos que ya lo han visto?
-Hay números acrobáticos nuevos, creados después de la última visita de Varekai a España, así como nuevos artistas. Los artistas son los que dan color al espectáculo, así que Varekai tiene diferentes colores ahora. ¡Y creo que más brillantes!
-¿Cuál es la clave para introducir al espectador en el fantástico mundo que representa Varekai?
-Quiero aconsejar al público que vaya a ver Varekai que no lo haga con ninguna idea preconcebida, que dejen que la historia y sus personajes les alcancen. Lo que sentirán será perfecto, porque será desencadenado por sus propias emociones. Que estén abiertos y preparados para percibir lo desconocido y observar lo que les ofrece. Entonces, estoy seguro de que el disfrute será inmenso.
-El diseño del vestuario es algo importante para lograr crear ese mundo fantástico.
-El vestuario es extremadamente colorido y esto es así porque la escena tiene lugar en un bosque encantado. Los colores elegidos por el diseñador buscan reflejar los tonos vivos que se encuentran en el mundo animal y, particularmente, en la zona tropical. Visualmente tiene un impacto enorme.
-El Circo del Sol viaja por todo el mundo. ¿Notan reacciones diferentes en el público en función del país donde actúan?
-Los públicos reaccionan de formas muy diferentes, de acuerdo con su cultura. Algunos son muy respetuosos y dudan mucho en aplaudir durante los números, prefieren esperar al final. Entonces, aplauden muy fuerte, como una explosión. A otros públicos les gusta mostrar su satisfacción durante todo el espectáculo.
-¿Y qué me dice del público español?
-El público en España es fantástico, muy generoso y espontáneo: les gusta aplaudir y aclamar a los artistas cuando les gusta lo que están viendo, lo cual motiva en el momento a los artistas, que se sienten apreciados. Se convierte en un diálogo entre el público y los artistas: ¿Quién dará más? Si uno asiste como público a un espectáculo, no debe ser tímido, no debe dudar en manifestar que le gusta lo que está viendo, porque los artistas le devolverán ese cariño de forma igual de entusiasta.
-Los espectáculos del Circo del Sol incluyen siempre números espectaculares que dejan boquiabiertos a los espectadores. ¿Qué importancia tiene mantener un argumento a lo largo de la sucesión de sorprendentes acrobacias?
-La marca del Circo del Sol es llevar a efecto las sorprendentes acrobacias, de tal forma que la sorpresa causada por esos excepcionales números doblan su efecto con la intensidad y color de toda la puesta en escena que les rodea.
-¿Cree que el público entiende el significado de la historia que se cuenta o simplemente se sorprende por las impactantes acrobacias?
-No sé si el público siempre entiende la historia, pero estoy seguro de que siente y de que se ve imbuido por imágenes que estimulan su imaginación. Un niño, un adulto o un anciano tienen diferentes formas de entender y sacar una lectura de una historia. Creo que un espectáculo es bueno cuando cada uno de los que conforman todo el público ve una historia diferente del mismo show.
-No son buenos momentos para los espectáculos y la cultura, al menos en España. Sin embargo, el Circo del Sol se ha convertido en una compañía enorme, con más de 4.000 empleados, algo que suena increíble en estos momentos. ¿Cómo se gestiona una compañía artística tan gigantesca?
-Yo no dirijo toda la compañía, solo la pequeña "tribu" de Varekai, alrededor de unas sesenta personas en mi departamento, aunque todos juntos somos 95. Tanto yo como el director empresarial y el director técnico, cuidamos este grupo de una forma que combina profesionalismo y convivir juntos todo el tiempo. Todo esto tiene una talla humana, es como un pueblo itinerante.
-Cuentan con artistas de muchos países. ¿Es el Circo del Sol un modelo de integración multicultural?
-Creo que sí, pero no olvidemos que todos esos artistas, y técnicos y demás personal, quieren trabajar con gente que proviene de diferentes culturas, que saben diferentes disciplinas y tienen diferentes experiencias, porque entendieron y saben que necesitan de los demás y deben llevarse bien con ellos para sacar juntos adelante un espectáculo, para hacer bien todo lo que tienen que hacer, para estar seguros en los números. Así que es verdad, el Circo del Sol es un modelo de integración multicultural, para gente dispuesta y con ganas de ello.
