El pleno del Congreso convalidó ayer el real decreto-ley que deja sin efectos académicos temporalmente las evaluaciones finales de ESO y Bachillerato con el apoyo de PP, PSOE, Ciudadanos y otros, la abstención de Unidos Podemos y el voto en contra de las minorías de nacionalistas e independentistas. Además se dio luz verde la creación de la subcomisión parlamentaria que buscará un pacto de Estado para una Ley Básica de Educación.

En el debate, el ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, aseguró que el respaldo parlamentario de la norma sería "un primer paso, pero importante" hacia ese pacto. El Consejo de Ministros aprobó la reforma de la Lomce el 9 de diciembre, entró en vigor el día 11 y tenía que ser refrendada posteriormente por el Congreso, como ocurrió ayer. "El Gobierno quiere aprovechar este momento para llegar por vez primera a un pacto", remarcó Méndez de Vigo, quien abogó por "prestar atención a toda la comunidad educativa" y luchar por una educación "equitativa e inclusiva". El objetivo en esta legislatura, agregó, es lograr "una ley educativa duradera, que no confronte y garantice la igualdad de oportunidades".

La diputada Sandra Moneo (PP) se felicitó por la convalidación del real decreto-ley y valoró el cambio de posición de partidos como el PSOE, "de un 'no' a una propuesta de pacto y diálogo".

Desde las filas del PSOE, José Juan Díaz argumentó que para derogar la Lomce hay que construir otra ley antes. Por su parte, el diputado nacional de Foro, Isidro Martínez Oblanca, reprochó que el PP enmiende su política educativa "subordinándose a un gran pacto que Foro ya reclamó en la tortuosa tramitación de la Lomce, y que su mayoría absoluta rechazó".

Más crítica es la valoración del grupo Unidos Podemos. Como portavoz de la coalición en este asunto Joan Mena señaló que la reforma aprobada ayer es simplemente "un maquillaje comprado sin rechistar por PSOE y Ciudadanos", y recordó que el "compromiso" de la Cámara era "derogar" la Lomce, "votar a favor sería "legitimarla".