El día se prestaba a la metáfora y el portavoz de Podemos no pudo dejar de recordar que el resultado estaba cantado. "Se ha confirmado lo que veníamos anunciando durante meses", dijo ayer Emilio León, "PP y PSOE se han repartido el gordo y la pedrea, dejando a los asturianos con el mismo pacto presupuestario que existía cuando Podemos todavía no estaba en la cámara". En esos y otros términos, los reproches al pacto recorrieron también las filas de IU y Foro, remisos a dar por bueno el acuerdo entre populares y socialistas que rebajará el impuesto de sucesiones a cambio de dejar pasar los presupuestos autonómicos de 2017 sin buscar más apoyo que el comprometido del PP. Gaspar Llamazares (IU) entiende que el ascenso de la exención del tributo sobre las herencias paga "un precio demasiado alto" a cambio de las cuentas públicas, "tanto en justicia fiscal como en recaudación", y la portavoz de Foro, Cristina Coto, dispara sobre el pacto suscrito por sus socios y compañeros de listas lanzando el dardo de que "seguramente resuelve los problemas políticos de algunos, pero no los de los asturianos".

El supuesto intercambio de apoyos, investidura de Rajoy por presupuestos autonómicos, no tardará en salir. "Dijimos", persistirá Emilio León, "que no íbamos a aceptar unas cuentas a la medida del PP y que el PP devolvería al PSOE el favor de la investidura de Mariano Rajoy". Muy en la línea de Foro, o viceversa, el portavoz de la formación morada interpreta que hoy se permitirá el paso unas cuentas ajenas a la ciudadanía y más centradas "en la supervivencia política de los representantes institucionales que han visto cómo el deterioro del bipartidismo ha visto cuestionada su legitimidad". Lamenta también que "los que pedían pacto de izquierdas nos digan ahora que las ideologías no importan".

En la tesis del "do ut des", del "doy para que me des", no ve el portavoz socialista, Fernando Lastra, más que una "mera conjetura" sin soporte "veraz ni serio", porque "la negociación ha sido conocida, casi transparente, no se ha negociado nada más que las cuentas". El diputado se defiende, a la mención del súbito viraje de sus ansias negociadoras, despejando las culpas hacia la izquierda. El PSOE ha pasado de la exclusividad de IU y Podemos como únicos interlocutores presupuestarios considerados válidos a cerrar el trato con el PP y esperar por Ciudadanos: "Es más interesante preguntar por qué rechazan otros un presupuesto que contiene propuestas y programas conocidos con una orientación ideológica y una política social concreta", dice Lastra. Y tras reiterar que su conversación con el PP no ha excluido a nadie agradece haber tenido con los populares "una discusión clara". No como con otros, viene a decir, sin citar a Podemos. "El PP no ha dicho que quiere hacer el presupuesto o condicionarlo más allá de donde considera sensato. Nos han dicho que eso es cosa nuestra, tenían un objetivo sobre el impuesto de sucesiones y han mantenido ahí la discusión", concluye.

Su defensa de la alianza sobre el impuesto de sucesiones se había hecho necesaria una vez que los tres grupos que han presentado enmiendas a la totalidad -Foro, IU y Podemos- habían cargado contra el pacto que hará viable el presupuesto. Foro insiste en que se da vía libre a un presupuesto "nocivo"; Gaspar Llamazares usa un argumento de "injusticia fiscal" y otro numérico, o de recaudación: "Puede ser lo comido por lo servido", argumenta. Puede que "al final el volumen adicional de ingresos por el aumento del déficit, 23 millones, nos lo comamos en año y medio de ejecución de la rebaja de impuestos". El portavoz de IU ve ahora y por esos motivos "más justificada" su enmienda a la totalidad en materia impositiva y precisa que su grupo "no contribuirá al bloqueo y al desguace del presupuesto". Se niega con ese argumento a respaldar las enmiendas de devolución, votará en contra de la de Foro y se abstendrá ante la de Podemos.

En el nuevo escenario, el acuerdo para que el PP vaya más allá de la abstención y vote en contra de la devolución del presupuesto ya no hace imprescindibles los tres votos de Ciudadanos. No dan por cerrada, sin embargo, la negociación sobre la base de sus prioridades presupuestarias, pero ya no tienen tanta prisa. Pueden esperar a la semana que viene, a afinar las partidas concernidas para que en su caso Ciudadanos se sume a la foto final del presupuesto en el debate de las enmiendas parciales. Mientras, a los naranja les "encaja bien" la salida pactada para el impuesto de sucesiones por lo que "siempre ha dicho" el partido sobre lo "abusivo" del tributo. Teniendo en cuenta que su propuesta de exención podría llegar hasta el millón, "todo lo que sea aproximarse a esa cifra encaja en nuestra visión", asegura su portavoz, Nicanor García.