El diccionario define el término pedrea como la acción de apedrear, un combate a pedradas, una precipitación de granizo o la forma coloquial utilizada para referirse a los premios menores de la lotería nacional. No dice nada de que en el concejo de Langreo, cerca de Lada, existe un pequeño pueblo de apenas una treintena de habitantes que lleva ese mismo nombre.

Un topónimo tan estrechamente asociado al sorteo de Navidad no es, sin embargo, garantía de décimos con premio. En Pedrea, al igual que en el resto de las comarcas mineras, la suerte pasó ayer de puntillas y los apostantes tuvieron que conformarse con reintegros y algún pellizco menor.

Uno de ellos es Aurelio Mora, vecino de Pedrea, que no depositó excesivas esperanzas en el sorteo. "He estado toda la mañana en la huerta, por si no tocaba la lotería, para no descuidar los cultivos", reflexionaba Mora con humor poco después de que saliera la última bola, mientras hacía repaso de sus números. "Este año me he gastado unos doscientos euros entre décimos y participaciones. Me falta mirarlo con detalle, pero sé que tengo un par de décimos acabados en 3, así que algo me llevaré".

Epifanio Urbano Morales tampoco ha tenido excesiva fortuna en el sorteo navideño, aunque prefiere tomárselo con humor: "A mí me toca la pedrea todos los días porque vivo en este pueblo desde hace más de cincuenta años. Nadie sabe muy bien de dónde viene el nombre de Pedrea, aunque no creo que sea por la cantidad de vecinos del pueblo que han sido premiados en la lotería o en otros juegos. Aquí nunca ha caído ningún premio gordo y, si ha tocado, no nos hemos enterado porque nadie ha querido reconocerlo".

En casa de Epifanio Urbano y de su mujer Delfina Martínez no se prestó excesiva atención a la televisión ni a la radio, aunque todo formaba parte de una estudiada estrategia de falsa indiferencia pergeñada por Delfina. "Tenía la tele puesta de fondo, pero sin estar muy pendiente de ella. Quería hacerme la despistada para que me cogiera más por sorpresa si tocaba el Gordo", apuntaba ayer Martínez entre risas. Esta vecina de Pedrea tenía lotería de "aquí y algo de Burgos y de Valencia": "Llevo jugando toda la vida y nada de nada. Me conformo con poco, con 50.000. "¿Poco?" -replicó su hermana Visitación- "tanto dinero no podríamos ni contarlo".

Los habitantes de Pedrea esperan tener más suerte en próximos sorteos. "A ver qué tal se da en el futuro; da igual qué tipo de juego sea. Podemos cambiar el nombre del pueblo y llamarlo primitiva, bonoloto o lo que haga falta si toca algo", sentenció Epi Urbano Martínez.

El escaso bagaje de premios de Pedrea fue una constante en las Cuencas, que tuvieron que conformarse con premios menores. La Hermandad de la Probe de Morcín vendió 1.400 participaciones del número 86236, cuya terminación (36) coincide con la de uno de los segundos premios. Cada papeleta se llevó 20 euros: "Estamos muy ilusionados, la suerte nos ronda. Estamos dispuestos a intentarlo del nuevo con la Lotería del Niño", señaló ayer José Sariego.

En la comarca del Nalón, el coro San Andrés "Sergio Domingo" de Entrego vendió 4.250 participaciones de cuatro euros del 86.104, premiado con 20 euros cada una, con lo que repartió 85.000 euros en total. "Hace años también nos tocó otra pedrea. A ver el año que viene si cae algo mejor", indicó Jesús Montes, presidente del coro.

En las administraciones, los premios también se centraron en pedreas y terminaciones. La administración "Angelín" de La Felguera repartió 300.000 euros de décimos acabados en 36 y 48, terminaciones del segundo y tercer premio.