"En Candás no va a entrar más Papá Noel", expresó un hombre momentos antes de iniciarse, en la tarde de Nochebuena, el pasacalles de El Farolero de Candás, el nuevo personaje navideño que encandiló tanto a niños como adultos. Muchos pequeños se quedaron ojipláticos al verlo. Algunos como Isidro González, de poco más de un año, lloró. Su madre, Vanessa Silvestre, trató de consolarle al tiempo que otros niños apenas dejaban avanzar al personaje.

El Farolero partió de La Igüera, una zona ideal para la pesca, poco después de las 17.30 horas en su embarcación, de nombre "Lara". Ayudado por el pescador Kike Muñiz arribaron al muelle candasín a las 17.45 horas, con una puntualidad británica. Cientos de personas le esperaban en el paseo del puerto al grito de "Farolerooooo". Los niños le aclamaron y alguno de ellos no dudó en coger sitio para poder verlo el primero. Cuando llegó a tierra, Anzu Prendes le dio un beso y, un poco enfermo, casi no pudo reaccionar. Todo el mundo quiso retratarse con El Farolero. "A mí me gusta porque lleva un gorro rojo", comentó Antón Fidalgo, nervioso pero atento para pedirle al personaje navideño candasín que no se olvidara de traerle una "pista de coches". Su amigo Arián Montenegro pidió lo mismo.

Un grupo de mujeres formado por Maruja Fernández, Nieves Escudero y María Aidé García, entre otras, llevaroncestas con caramelos y también con sardinas de chocolate que entregaron a cada niño que veían. Al final fue tal la asistencia que no hubo chocolatinas para todos.

Paula Riobello y Ana Prendes hicieron las veces de muyeres de la paxa con una cesta de pescado sobre su cabeza. La pequeña Lluna de los Bueis llevó en su mano una bandeja de poliespán con una petición: "Trabayu decente". Fue uno de los mensajes que fueron colgados por el casco urbano de Candás durante el pasacalles. Olaya Luengo, de 10 años, aprovechó para entregarle una carta al protagonista. Le pidió calcetines para su padre, un juego de zumba para su madre y un videojuego para ella. "Es una idea muy buena la de El Farolero, todo lo que conlleve alegría e ilusión para los niños es bueno", expresó Carmen María Serrano. El pequeño Ramón García tenía claro su deseo: una moto con gasolina. Janet Menéndez estaba nerviosa, pero dejó claro que lo que pedía era una gaita de juguete y montones de "chuches". Víctor Fernández sólo saludo a El Farolero, porque de los nervios se le olvidó decirle lo que había pedido. La asociación de vecinos de Candás y su presidente, Luis Fernández, le pidieron al fantástico personaje "que mantenga el servicio de tren entre Avilés, Candás y Gijón".

Después, la comitiva se acercó en procesión hasta el antiguo faro de Candás. Allí, El Farolero procedió al encendido y sonó el villancico compuesto para la ocasión e interpretado por el cantante Pipo Prendes y los alumnos de técnica vocal de la Escuela de Música. Una vez encendido el faro, El Farolero volvió a su lancha, que estaba pilotada por el concejal de Medio Rural, Manuel Noceda, desde un pascualín. Su ruta siguió por todo Candás hasta acabar en La Baragaña ante una enorme perola de chocolate, mientras ardió el "El Nataliegu", un antiquísimo personaje navideño asturiano.