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JUAN ANTONIO MARTÍNEZ LOSADA | Cronista de Valdés y familiar de Gil Parrondo

"Nadie que tuviera trato con Gil Parrondo puede decir nada malo de su persona"

"Según los recuerdos de mi madre, Nené Losada, que era su prima, Gil era uno más; eso sí, destacaba en algo: dibujaba divinamente desde niño"

Juan Antonio Martínez Losada, en Luarca. A. M. SERRANO

El cronista oficial de Valdés es uno de los pocos familiares que el fallecido Gil Parrondo deja en Luarca. Juan Antonio Martínez Losada está en Madrid -desde donde atiende a LA NUEVA ESPAÑA por teléfono- pasando la Navidad. Allí le sorprendió la noticia, para algunos inesperada, de la muerte del prestigioso cineasta. "Tenía muchos años, pero Gil Parrondo estaba muy fuerte y lúcido", dice. Mañana acudirá junto a los hijos de su primo lejano al funeral que Luarca organizará para el reconocido decorador.

-Su madre, la poetisa Nené Losada, tenía gran relación con Gil Parrondo.

-Nacieron el mismo año, en 1921, y además con pocos meses de diferencias. Eran hijos de dos primas. Pasaron la infancia juntos. Jugaban juntos y les unió el lugar donde se criaron, la edad y la familia. Gil Parrondo estaba en Llendelabarca y mi madre en San Feliz. El primero es un pueblo de seis o siete casas. San Feliz es más grande. Ellos siempre se juntaban para jugar. Gil era uno más, según los recuerdos de mi madre. Eso sí, destacaba en algo: dibujaba divinamente.

-¿Sabe cómo empezó a dibujar?

-No, pero sé que tuvo esa habilidad desde niño. Tengo en casa un regalo que hizo a mi madre. Se trata de uno de los bocetos de la película "La Regenta". Sin duda, era un hombre con un gran talento y que no iba de superior. Su padre era de Argumoso y su madre de Cortina o Villanueva, si no recuerdo mal. De esta zona viene su apellido Rico, como el segundo de mi madre.

-En los últimos años pocos recuerdan a Gil Parrondo por este concejo.

-No le gustaba nada destacar. Él era uno hombre normal, cercano, afable en el trato, muy culto, pero no le gustaba el protagonismo. Visitó muchos años a su familia de Trevías y también su Luarca natal. Hay que recordar que nació en la capital de Valdés, en una casa que hoy no existe.

-Viajó a Luarca en 2012 para inaugurar la calle que lleva su nombre. ¿Cómo se mostró entonces?

-Agradecido. Siempre tenía una sonrisa. Estaba muy agradecido a Luarca y a todos los homenajes que aquí le hicieron en vida.

-Gil Parrondo es hijo predilecto de Valdés desde 1994. Entonces usted era concejal de Cultura. ¿Cómo recuerda aquel momento y aquella iniciativa?

-Gil Parrondo era un ilustre de Luarca y por eso se decidió que pasara a ser hijo predilecto. Todos pusimos algo para que así fuera. Y quiero recordar al archivero de entonces, Arcadio, una maravilla de persona que trabajó mucho por aquel homenaje.

-¿Cree que Luarca olvidó a Gil Parrondo?

-No. Lo que ocurre es que no era una persona conocida. Puede que esto suene raro, pero para el gran público es cierto que no lo era. Los que figuran y se hacen famosos son los directores de cine y los actores y actrices, no los directores artísticos o decoradores, como a él le gustaba llamar a su profesión. Gil Parrondo era por lo demás muy cercano y nadie que tuviera trato con él puede decir nada malo de su persona.

-¿Era muy inquieto desde el punto de vista cultural?

-Era muy culto. Pero también hablaba de todo, de lo trivial. Era uno demás en el grupo. Con mi madre compartió muchos momentos de amistad y familia. Se querían muchísimo y tenían en común la cultura y el origen. Pese a todas sus experiencias en los profesional, nunca su olvidó de su origen y cuando venía a Luarca siempre visitaba mi casa. Era una persona realmente cariñosa. Una de esas que se hace querer mucho.

-¿Luarca le debe un homenaje?

-Luarca le hizo homenajes en vida y eso es lo realmente bonito e importante. Él los pudo vivir. Aquí siempre tuvo su reconocimiento. En Luarca, una calle lleva su nombre y además es hijo predilecto. Lo que ocurre es que aquí mucha gente no sabe quién es ni sus orígenes. En cierta medida tiene explicación por lo que dije antes: en el séptimo arte los famosos son los directores de cine y los actores y actrices. Además, ahora vamos a recibir como se merece sus restos. Habrá funeral y despedida en el cementerio.

-Él dijo que quería descansar para siempre en Luarca. Se cumple su deseo.

-Sí. Y se cumple gracias a su familia y al Ayuntamiento. En el cementerio de Luarca hay un panteón reservado para ilustres de la villa. Se hizo durante la última reforma del camposanto. Por lo demás, la familia de Gil Parrondo siempre tuvo en cuenta su palabra y se preocupó de buscarle un lugar. Pero todo fue más fácil de lo esperado gracias al Ayuntamiento

-¿Cómo se refería a su Luarca natal?

-Luarca formaba parte de sus conversaciones. "¡Qué guapina es!", decía de la villa.

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