La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

GUILLERMO BASAGOITI | Director del Museo Evaristo Valle, que cumple su 35.º aniversario

"Ha sido un sueño poder hacer lo que hicimos con los recursos que teníamos"

"De cara al futuro lo principal es conseguir estabilidad financiera, ya que el Ayuntamiento de Gijón aporta una suma ínfima y la Consejería nada"

Guillermo Basagoiti, en los jardines del Museo Evaristo Valle. ÁNGEL GONZÁLEZ

Ayer hizo 35 años desde que se fundase el Museo Evaristo Valle en Gijón. Desde entonces, Guillermo Basagoiti García-Tuñón (Madrid, 1944) es su director, una persona que ha sido testigo del paso del tiempo en la pinacoteca gijonesa, erigiéndose como el mejor cronista de un museo que ya es historia viva de la ciudad.

-¿Cómo fueron los orígenes de la fundación y el museo?

-Se remontan a finales de los años 40. Es un proyecto que ya se genera en vida de Evaristo Valle, buscando soluciones de cara al futuro para preservar toda su obra. Tiene una gran acogida, sobre todo por parte de su sobrina María Rodríguez del Valle y sus hermanas, que a su muerte recogen toda su obra. En esta época estuvieron siempre asesoradas por dos personas que fueron tremendamente importantes en la creación del museo, Eduardo Vigil y Joaquín Rubio Camín, pieza fundamental en la construcción del edificio, en los años 60, y posteriormente patrono del museo. Curiosamente, además del 35.º aniversario de la fundación, se cumplen 9 años desde la muerte de Rubio Camín. Han sido muchos años, con muchas personas involucradas, desde los primeros patronos y asesores jurídicos que realizaron los estatutos hasta quienes conforman la fundación hoy día.

-Y entre todas esas personas, usted. ¿Cuándo empieza su relación con la institución?

-Prácticamente desde el principio, un poco obligados porque no había recursos para pagar a un director ni al personal que pudiera asumir las funciones varias que hubo que hacer. Fue en el año 1981, tras el fallecimiento de María Rodríguez del Valle.

-¿Cómo recuerda aquellos primeros años?

-Fueron ciertamente complicados, pero también esperanzadores. Me cogió con 35 años menos, mucha energía y ganas de luchar, además de muy comprometido con un proyecto que había estado parado cierto tiempo, porque la idea era que se inaugurara el museo con el centenario del nacimiento de Evaristo Valle, en 1973. Yo fui un poco machacón para que se abriera, hasta que tras su muerte, por voluntad testamentaria, se constituyó la fundación.

-Hágame una valoración de estos 35 años.

-Creo que ha sido prácticamente un sueño haber podido hacer lo que hicimos con los recursos y los apoyos de los que disponíamos. Han sido más de 12.600 días abiertos, dando un servicio continuado y con diversos frentes, no sólo en relación con la obra de Evaristo Valle, sino con un montón de actividades paralelas como conciertos o un activísimo departamento de programas educativos, pionero de Asturias.

-¿Cuáles son sus mejores recuerdos de esos más de 12.000 días?

-Quizá el día de la inauguración, con la presencia del entonces ministro de Cultura Javier Solana, ente otros. También los reconocimientos tempranos que tuvimos, con una mención de honor en el Premio Museo del Año en Europa, en 1984, o la Medalla de Honor de la Gran Academia de las Artes de San Fernando. Tampoco me puedo olvidar de las grandes exposiciones que hicimos en el Museo del Prado en Madrid, donde pasaron más de 40.000 personas en un mes y pico, lo que pasa aquí en dos o tres años, o las que hicimos en la Gran Academia de las Artes de San Fernando, que dieron a conocer el pintor. Pero, sobre todo, haber podido batallar el día a día y llegar donde estamos.

-¿Qué hace tan especial este museo?

-Primero, que es un museo monográfico, que tiene un tamaño que yo defiendo mucho, ya que me agobian los grandes museos. Pero también que tiene la obra de un pintor absolutamente extraordinario, infravalorado a nivel nacional y no digamos ya internacional. Tiene atractivos varios, siempre hay una obra temporal interesante, más allá de la propia obra de Evaristo Valle, que siempre es protagonista. Además, tiene unos jardines históricos que son excepcionales, un ser vivo que está continuamente cambiando y que ya por sí solos merecen la visita.

-Hábleme un poco de las celebraciones que están llevando a cabo.

-Llevamos prácticamente todo el año celebrando. El acto más especial es un concierto que se celebrará mañana, que será el culmen de la conmemoración. En él se resume un poco toda nuestra actividad musical, ya que participan intérpretes de los llamados "Virtuosos de Moscú", que llegaron hace más de 25 años y que dieron sus primeros conciertos aquí. Hay algunos jubilados, otros que se integraron en la OSPA, pero siempre siguieron muy vinculados al museo. Además, tenemos una programación muy ambiciosa de cara al año que viene, con una política de exposiciones muy variada, con fotógrafos y pintores nacionales e internacionales, además de obras de paso de Evaristo Valle, que están permitiendo descubrir a un pintor oculto a través de obras suyas menos conocidas.

-¿Hacia dónde va el futuro del museo?

-Lo principal es poder encontrar cierta estabilidad financiera, que siempre nos movemos con unos presupuestos limitadísimos. La única participación estable es la del Ayuntamiento de Gijón, que es una suma ínfima, y desde hace años la de la Consejería de Cultura ya no existe. Es un tema que nos preocupa y que vamos a intentar resolver. Acabamos de poner en marcha a través de internet un proyecto para retomar la Asociación de Amigos del Museo Evaristo Valle para incitar a los pequeños patrocinadores a que nos puedan ayudar.

-¿Cuál es su deseo en este aniversario?

-Que dentro de otros 35 años el museo siga celebrándolo, por lo menos con la misma viabilidad con la que lo está haciendo actualmente.

Compartir el artículo

stats