Juan Díaz Álvarez y Ángeles Faya Díaz forman un tándem "inquebrantable", como ellos mismos aseguran. Maestra y discípulo comparten idéntica inquietud por explorar la Historia Moderna de Asturias. Hasta las primeras investigaciones de la profesora Ángeles Faya no existía ningún otro estudio sobre esta temática. Ella empezó prácticamente desde cero. Pero lo que unió a maestra y discípulo fue la tesis del más joven sobre la historia de la oligarquía asturiana en el Oviedo de los Austrias. Juan, doctor en Historia y licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Oviedo, ha sido becario de investigación durante ocho años en el Instituto Feijoo de Estudios del siglo XVIII. Faya destaca su valía: "Es una persona con muy buena formación, muy trabajadora y con muchas inquietudes". Pero, por el momento, no hay hueco para él en la plantilla de investigadores de la Universidad asturiana. "Espero que le llegue porque es una de las personas más conocedoras de la Historia Moderna de Asturias", plantea la maestra, quien lamenta que "la Historia esté un poco abandonada por los poderes públicos". Y cuando se convocan plazas (de profesorado) "no siempre se actúa con racionalidad", precisa.
A juicio de la profesora Ángeles Faya, el olvido que a veces sufren las Humanidades representa "un error y un gran daño" para una disciplina que ha dado grandes talentos a la Universidad de Oviedo. "Es importante, incluso para el turismo, conocer nuestro pasado", plantea. Pero los recortes sucesivos en la Ciencia, han puesto "más difícil" el trabajo de los investigadores, prosigue la docente, quien lamenta que con la nueva organización de los planes de estudio tras la implantación de Bolonia el colectivo que ella representa se ha visto desbordado por la burocracia y "a mayor dedicación docente, menor es el tiempo que se dedica a la investigación", advierten, porque ahora "la gente va más estresada". Otro problema "duro de llevar", en su relato de la actividad diaria en la Universidad, es "la burocracia que se ha impuesto en la gestión de proyectos de investigación". Si bien su discípulo se considera "un privilegiado" en el sentido de no tener que lidiar de forma directa con estas cuestiones sí reconoce dificultades paralelas como las complicaciones para dar a conocer los resultados de su trabajo en publicaciones científicas de primera línea. "Al final se hace más fácil publicar en revistas de ámbito local; los municipios aprecian mucho esa contribución que hacemos", relata.
No obstante, el joven historiador, que en la actualidad compagina la docencia en ESNE (Escuela Universitaria de Diseño, Innovación y Tecnología) con una colaboración para la edición de las Obras Completas de Jovellanos, centrado en los estudios de Arte del ilustrado gijonés, aclara que "la investigación no es solo indagar en papeles con caligrafía endemoniada; divulgar es más difícil". Y añade: "Es lo que nos pide para el curriculum la Aneca (Agencia Nacional de Evaluación y para la Acreditación del Profesorado); hay que transferir a un lenguaje asequible unas estructuras del pasado que nada tienen que ver con la actualidad".
Su exploración de la Historia reciente de Asturias le ha permitido profundizar en las relaciones de poder que existían en la España y, en particular, en la Asturias de los Austrias. "Era una oligarquía bastante cerrada", recuerda de esa época su maestra Ángeles Faya, que es especialista en historia social (régimen señorial, nobleza, oligarquías urbanas, sociedades económicas), y ha dirigido decenas de trabajos, entre ellos varias obras sobre la nobleza ("La nobleza en la Asturias del Antiguo Régimen", "Nobleza y poder en la Asturias del Antiguo Régimen" y "Nobleza y Ejército en la Asturias de la Edad Moderna"). La docente destaca que el objetivo que ha guiado siempre su trabajo es "la búsqueda de una utilidad social". Interesada en la promoción cultural en los medios urbano y rural ha dirigido investigaciones relativas a varios concejos asturianos y ha publicado el libro "Nava en el catastro de Ensenada". "Nos centramos en el estudio de la nobleza como clase dirigente y propietaria de patrimonio", precisa. "Pretendemos poner a Asturias en el mapa, pero desde el estudio del contexto general de la Historia de España", continúa en su argumentación sobre el origen de su investigación.
El trabajo de su discípulo sobre la oligarquía asturiana en el Oviedo de los Austrias les reveló un conocimiento más profundo de una sociedad donde este grupo tenía idéntica consideración que los concejales actuales "aunque con más poder". No obstante, subyace en esa etapa un cierto retraso de Asturias con respecto a otros territorios. "En otros lugares había menos hidalgos y eran más ricos", apunta Ángeles Faya. "El atraso económico también es palpable, con la renta per cápita más baja de España en ese momento", añade su discípulo en su análisis de uno de los males endémicos de Asturias: el aislamiento. "La presión de los Austrias fue más cara; costó vidas y dinero", continúa el joven historiador, quien reconoce que es su fascinación por la Historia y la investigación y su ánimo de conocer las sociedades y modos de vida del pasado lo que le ha llevado a mantener intacta la ilusión en su trabajo. "Sin esa cautivación sería imposible seguir", reconoce.
Lejos de caer en el desánimo a Juan Díaz le motiva ahora la posibilidad de ahondar en nuevas interioridades de los poderes oligárquicos en Asturias desde un punto de vista sociocultural. Otro aspecto sobre el quiere continuar en sus trabajos de investigación es el cambio social derivado de la llegada del sistema liberal. "Se pasó de cargos venales a selectivos y cambia también el electorado", agrega. "Es el siguiente punto sobre el que quiero avanzar", indica. Todo ello, a partir de una metodología de estudio "rigurosa" y con el foco puesto en la divulgación. El que debería ser siempre, a su juicio, el objetivo de la investigación universitaria. En el grupo de Ángeles Faya han logrado materializarlo con varias publicaciones. "Intentamos buscar siempre temas que puedan interesar", concluyen.
