El viento que el jueves por la tarde y el viernes por la mañana dio una leve tregua a la concentración de agentes contaminantes en el aire del centro de Asturias cedió paso ayer a la reactivación de las alertas en algunas de las zonas más conflictivas. Los altos niveles de benceno concentraron la situación de alerta roja de nuevo en la estación medidora de Trubia y a lo largo de la jornada el riesgo, que fue remitiendo en Avilés, condensó los problemas en el interior del área central asturiana, particularmente en Oviedo, Lugones (Siero) y La Felguera, donde tres dispositivos registraron altas concentraciones de micropartículas que tiñeron de naranja su nivel de peligrosidad.

El dispositivo avilesino del Matadero, habitual en la polución elevada del centro de Asturias, pasó a primera hora de la tarde a una situación más controlada después de haber disparado las micropartículas de menos de diez micras (PM10) hasta más allá del mediodía. Las concentraciones de agentes contaminantes de tamaño inferior a 2,5 micras (PM 2,5), consideradas más nocivas para la salud que las de diez, se mantuvieron fuera de control en Lugones, en la estación ovetense del parque de Purificación Tomás y en la langreana de La Felguera. Se registraron picos de sesenta microgramos por metro cúbico en Lugones y próximos a cuarenta en Oviedo y Langreo, con medias en 24 horas próximas a treinta, niveles todos ellos muy superiores a los límites tolerados por la Organización Mundial de la Salud.

La persistencia de Asturias por encima de esas fronteras de lo saludable han devuelto la calidad del aire al foco de la controversia política. El grupo parlamentario de IU en la Junta reactivó ayer su crítica a la pasividad del Gobierno regional en un asunto clave que, al decir de la coalición, condiciona gravemente además de la salud pública la imagen y las posibilidades de desarrollo productivo de la región. IU hizo ayer una llamada a la responsabilidad de la Administración con una exigencia de convocatoria inmediata, "sin esperar a que lleguen las lluvias", de un encuentro para abordar la situación entre el Gobierno del Principado y los ayuntamientos afectados. El diputado Ovidio Zapico aboga por promover "un gran pacto" contra la contaminación liderado por el Gobierno autonómico en el que deben participar los agentes sociales, ecologistas, asociaciones de vecinos, empresas, ayuntamientos, la Universidad, la Junta o responsables del transporte ferroviario.

El parlamentario de la coalición persevera en que lo que está en riesgo es "la salud de la población asturiana", pero también "la marca" que identifica a Asturias como "Paraíso natural" y asegura que "no podemos dejar ni a una ni a la otra en manos de la meteorología". Zapico insiste asimismo en la demanda, ya formulada, de la declaración de la prealerta por polución y, recordando que la situación no es nueva, o que ya ha pasado más de un año desde que la contaminación indujo el cierre al tráfico de la autopista "Y" en Oviedo en diciembre de 2015, reclamó de nuevo actividad al Gobierno. "Tampoco sirve de nada", apostilla, "minimizar la situación o restringir la información, que es un derecho de la ciudadanía".