El cadáver de un oso pardo adulto fue hallado el sábado en Moal, a poca distancia de donde otro plantígrado murió de un disparo el pasado mes de septiembre. La voz de alarma la dieron dos turistas cántabros, que se toparon en el entorno de la Reserva Biológica de Muniellos con los restos de un ejemplar, ya en avanzado estado de descomposición. Tan sólo se conservan, prácticamente intactos por el frío, la cabeza y los pies. Los expertos consideran no obstante que la muerte es relativamente reciente, "como mucho de hace un mes", ya que se aprecian las vísceras del animal.

El Principado trasladó ayer los restos al laboratorio de Sanidad Animal de Deva del Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario de Asturias (Serida), donde en las próximas horas los técnicos realizarán un análisis toxicológico y una necropsia. Hasta entonces, la consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales no descarta ninguna hipótesis sobre el fallecimiento del oso. Fuentes del Gobierno regional explican que, debido a la "alta depredación" que presenta el cadáver, es imposible barajar una causa concreta. De hecho, se desconoce si puede tratarse de un macho o una hembra. Sólo se sabe que es un ejemplar adulto por su potente dentadura.

El Fondo para la Protección de Animales Salvajes (Fapas) recibió la llamada de los turistas cántabros sobre las tres de la tarde del sábado. "Antes de avisar al Seprona y al Gobierno nos acercamos a comprobar que efectivamente era un oso, porque tenemos la experiencia de que nos avisan y luego es un tronco", explica Roberto Hartasánchez. La consejería de Recursos Naturales tuvo conocimiento de los hechos a las seis de la tarde. Puesto que ya era de noche, el operativo se retrasó al día siguiente, trasladando el cadáver a Deva a las once de la mañana. El oso apareció en un canchal a dos kilómetros de Moal y muy cerca de donde fue hallado el ejemplar que murió el pasado 9 de septiembre tras recibir un disparo. Los ecologistas consideran cuanto menos "sospechoso" que en menos de cuatro meses hayan fallecido dos plantígrados en el entorno de la misma senda.