La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

ADONINA TARDÓN | Dirige una unidad del Instituto Universitario de Oncología, en Oviedo

"La contaminación hace que los niños nazcan con menos peso y sufran asma"

"Tenemos pocas estaciones de calidad del aire y no todas miden los parámetros legislados; por tanto no hacemos un diagnóstico exacto"

Adonina Tardón. MIKI LÓPEZ

La directora de la Unidad de Epidemiología Molecular del Cáncer en el Instituto Universitario de Oncología de la Universidad de Oviedo, Adonina Tardón, ha realizado una investigación que relaciona la contaminación en Asturias con los partos prematuros. En concreto, el trabajo analiza 470 mujeres embarazadas expuesta a benceno y dióxido de nitrógeno, dos compuestos que inciden en los nacimientos precoces.

-¿Qué relación existe entre la contaminación y la salud?

-En el estudio analizamos el nivel de exposición de embarazadas al benceno y el dióxido de nitrógeno en el área sanitaria III de Asturias -engloba los concejos de Avilés, Corvera, Castrillón, Gozón, Cudillero, Pravia, Muros de Nalón, y Soto del Barco-. Y comprobamos que a medida que los niveles de polución son mayores, los recién nacidos presentan un menor peso. Hay otros trabajos que ya vinculaban la contaminación con el desarrollo del niño, pero es la primera vez que se relaciona el benceno con los partos prematuros. Que un niño nazca con bajo peso puede parecer poco importante pero no es así: está asociado a las infecciones respiratorias y al asma en los dos primeros años de vida. Si el niño es más pequeño, lógicamente tiene los pulmones más pequeños y por tanto reacciona peor a la contaminación atmosférica. En Asturias casi el 50% de los niños tienen infecciones respiratorias repetitivas.

-¿Qué medidas habría que tomar para mitigar la polución?

-La contaminación afecta a largo plazo, es decir, va poco a poco actuando sobre la salud del ser humano. Por tanto hay que tomar medidas a corto plazo: controlar el tráfico, evitar que se hagan descargas de áridos a cielo abierto, no permitir que los camiones circulen con la carga descubierta... Pero sobre todo medidas a largo plazo. Y esas dependen de la Administración. Lo mismo que un médico diagnostica lo que tiene el paciente y le da un tratamiento, con la contaminación debería hacerse lo mismo: diagnosticar las fuentes de emisión y luego controlarlas.

-¿El benceno es el contaminante más peligroso?

-Sí, es el único que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declara como cancerígeno y establece como límite máximo 5 mg/m3. Su origen es claramente industrial, por tanto la solución es fácil: evaluar el proceso productivo y controlar las emisiones. El Gobierno regional ha dado pasos, como la redacción de los planes de calidad del aire de Gijón y Avilés, pero son pequeños.

-¿Cómo se podría mejorar?

-Tenemos pocas estaciones de medición de la calidad del aire -la red oficial está compuesta por 23- y no todas miden los parámetros legislados. En la zona de Avilés hay cinco estaciones y sólo una, la de Llaranes, recoge los niveles de benceno. Lo mismo pasa con las partículas de tamaño inferior a 2,5 micras, ya que se miden únicamente en Salinas. Esto no puede seguir así; no estamos haciendo un diagnóstico exacto de la situación.

-Los ecologistas critican que las estaciones están alejadas de los núcleos de población y de los focos industriales.

-Al margen de la de Trubia, en Oviedo hay una en el Palacio de los Deportes, otra en la Plaza de toros, que hay tráfico cero, y otra en el parque de Purificación Tomás. En el centro de la ciudad no hay ninguna estación. Hace falta aumentar y mejorar los parámetros legislados: SO2, CO, NO2, 03, PM10, PM 2,5 y benceno. Cerca de los focos industriales y de las autopistas son necesarios más medidores.

-El tráfico es otro problema y el Principado llama a utilizar el transporte público.

-Parece que los individuos que usan el coche son los culpables de la contaminación y no es así. Si tuviésemos una red adecuada de transporte público, posiblemente no se utilizase tanto el vehículo. Tenemos el ejemplo del tren, que está totalmente desarmado, y no apostamos por políticas saludables como el carril bici.

Compartir el artículo

stats