Nos habíamos olvidado de ellos pero los paraguas han vuelto para quedarse por lo menos hasta el fin de semana. Se van las heladas y regresa el agua aunque su intensidad variará dependiendo de la zona en la que nos encontremos. En la Cordillera y los Picos de Europa por ejemplo se ha activado la alerta por precipitaciones. En la zona costera también se ha activado la alerta por fuertes vientos y oleaje.

La AEMET prevé cielos cubiertos, nubosidad amplia, lluvias débiles y chubascos, aunque menos intensos en el oeste. La cota de nieve se situará entre 1.300 y 1.500 metros subiendo al final en torno a 2.000 metros.

El invierno ha arrancado muy seco y la falta de precipitaciones ha afectado a los cultivos típicos de la época y ha elevado los niveles de contaminación. Decimos adiós al sol y recibimos el ansiado agua que llega para limpiar el ambiente.

Mañana volverán los cielos cubiertos. Habrá lluvias y chubascos, débiles en el noroeste que serán más intensos y localmente persistentes en Cordillera y Picos, tendiendo a remitir al final del día. La cota de nieve estará entre 1900 y 2100 metros. Las temperaturas irán en aumento, salvo en el extremo sur en el caso de las mínimas, que cambian poco.