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No pasan una falta ni en el Whatsapp

Las dos primeras clasificadas en el concurso regional de ortografía estudiarán Medicina e Ingeniería "Las abreviaturas en el móvil pasaron de moda", dicen

No pasan una falta ni en el Whatsapp A. M. SERRANO

Los genios de los números son también los de las letras. Las dos primeras clasificadas del concurso regional de ortografía estudiarán el año que viene Medicina e Ingeniería. La luarquesa Clara Suárez y la gijonesa María Flórez aseguran que el secreto para no cometer faltas es "leer mucho y buscar en el Diccionario palabras desconocidas". La moda de escribir en el teléfono móvil con abreviaturas ya es cosa del pasado, según afirman las jóvenes: "Ahora tratamos de escribir lo más correcto posible". El tercer premiado, el ovetense Emilio Fernández, puntualiza no obstante que "las redes sociales no fomentan el uso de las reglas ortográficas".

"A mí me molestan mucho las faltas en el Whatsapp. Sobre todo cuando confunden 'haber' con 'a ver'", dice María Flórez, estudiante de 17 años en el Instituto Jovellanos de Gijón. Ella y sus amigas escriben todas las palabras "al completo". Lo mismo que hacen Clara Suárez y Emilio Fernández como buenos alumnos de Lengua. "Las abreviaturas estuvieron en auge mientras duró el sms. Como había que pagar, se intentaba acortar los textos. Pero ahora con el Whatsapp yo creo que todos intentamos escribir bien", opina Suárez.

Los tres ganadores del XVII Concurso Hispanoamericano de Ortografía de 2016 son unos apasionados de la lectura. "Todo lo que sé de ortografía es gracias a la lectura, nunca estudié un manual", confiesa María Flórez, a la que le gustan sobre todo las novelas de fantasía y ciencia ficción. Clara Suárez prefiere la lectura policiaca y de terror: "Siempre se dice que los jóvenes de ahora no leen, pero leemos más de lo que se piensa". Por su parte, Emilio Fernández, además de ser un aficionado a la lectura, es un enamorado de las Letras. De hecho, el año que viene comenzará la carrera de Lengua.

El concurso de ortografía consistió en una primera prueba clasificatoria en los centros educativos y una segunda regional que se celebró en noviembre en el Instituto Aramo de Oviedo. Una veintena de estudiantes -concretamente diecinueve- realizó el examen final. Los jóvenes tuvieron que escribir sin fallos enunciados, realizar un dictado, puntuar frases, hacer una redacción y escoger entre pares de palabras. "Lo más difícil para mí fueron los extranjerismos. Muchos eran de reciente incorporación en la Real Academia Española y no sabía escribirlos bien. Una de las palabras que fallé fue azerbaiyano. Yo pensaba que sólo llevaba una y, sin la i latina", comenta Emilio Fernández, estudiante de segundo de Bachillerato en el Instituto Aramo.

Para la primera clasificada lo más complejo fue la redacción, que consistió en hacer una descripción de la biblioteca del instituto utilizando el mayor número de signos de puntuación. "Parece la actividad más fácil, pero no lo es. Porque cuando te pones a escribir te surgen muchas dudas. Sobre todo de palabras que el año pasado se acentuaban y éste ya no", explica Clara Suárez, que representará a Asturias en el concurso nacional, que todavía no tiene fecha. El mejor entrenamiento es "seguir leyendo", asegura.

La luarquesa no se esperaba para nada ganar la prueba regional, pues dice que apenas la preparó. "Fue el profesor de Lengua el que me animó a presentarme, tras ganar el año anterior un alumno de nuestro instituto", indica Suárez, que confiesa que tiene la inquietud de buscar en el Diccionario las palabras que no conoce. No es la primera vez que la joven sobresale en un concurso de Letras, ya que la Fundación Marino Gutiérrez Suárez, de Langreo, reconoció su brillante redacción en su XII Concurso literario.

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