La Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales ultima un protocolo para actuar ante casos de osos habituados y problemáticos. El plan será común para Asturias, Castilla y León, Galicia y Cantabria con el fin de aplicar las mismas pautas sobre la especie en toda la Cordillera Cantábrica. "A falta de unos matices, el texto está consensuado. La previsión era haberlo aprobado a finales del año pasado, pero finalmente se hará éste", comenta el director general de Recursos Naturales, Manuel Calvo. Tras la muerte de dos osos en menos de cuatro meses en Moal, los expertos han insistido en la necesidad de poner en marcha este protocolo de forma urgente.
El documento en cuestión incluye planes de recuperación para la especie y actuaciones a seguir ante encuentros plantígrado-humano. "El protocolo se basa en la colaboración", subraya Manuel Calvo, que adelanta que el borrador prevé medidas para tres tipo de animales: los que presentan problemas, los habituados y los conflictivos. "Los primeros se refieren a crías abandonas o enfermas. Los segundos a osos que de manera recurrente acuden a pueblos en busca de comida. Y los últimos a plantígrados agresivos. Aquí no entrarían los osos que son acosados en una cacería o están sobre una carroña", dice.
Con respecto a la regulación del turismo de avistamiento, el director general de Recursos Naturales señala que no existe un documento específico en la región, sino uno general para toda España. Además la Fundación Oso Pardo elaboró una guía en 2015. En el Principado se aplica para estas situaciones la ley de Patrimonio Natural, así como los Instrumentos de Gestión Integrado de los parques naturales.
