La incidencia de la gripe en la región ha caído de forma abrupta y el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) tiene previsto recobrar hoy la normalidad en los quirófanos tras la suspensión de 24 operaciones, ayer y anteayer, a causa de la falta de camas. Ayer, en el centro sanitario ovetense se dieron 101 altas, y a primera hora de la tarde estaban libres 55 camas, frente a las 18 del miércoles a última hora hora.

En este contexto de elevada presión asistencial, ha resurgido el debate relativo al número de camas del nuevo HUCA, menor que el del viejo edificio del barrio del Cristo (estos días tiene instaladas en torno a 1.000 camas). Los profesionales sanitarios consultados por este periódico sostienen de forma mayoritaria que no sería razonable dimensionar la cifra de camas de un hospital en función de las necesidades puntuales de una o dos semanas al año, pero algunos de ellos añaden una advertencia: hay que pensar en alternativas para una población envejecida y con muchas enfermedades crónicas. O sea, un tipo de enfermo que no necesita tanta tecnología y unas prestaciones tan sofisticadas como las que ofrece el HUCA, sino más bien una serie de cuidados sanitarios que pueden darse en unas instalaciones en las que el precio que supone un día de estancia es muy inferior.

"El número de camas del HUCA y su distribución fue determinado sobre unas sólidas bases de planificación y es completamente adecuado, máxime teniendo en cuenta la disponibilidad de otro hospital público, el Monte Naranco, que puede alcanzar las 195 camas instaladas", declaró a este periódico Luis Hevia Panizo, gerente del HUCA y del conjunto del área sanitaria que comprende Oviedo y los concejos limítrofes.

A juicio de Luis Hevia, "el hecho de que durante dos jornadas se hayan suspendido, por prudencia, algunas cirugías no urgentes, ante la incertidumbre sobre la evolución de la epidemia, no pone en tela de juicio en absoluto el dimensionamiento del área de hospitalización del HUCA".

Ángel Colmeiro, neumólogo y delegado en el Hospital Central del Sindicato Médico de Asturias (HUCA), sostiene que el debate plantea "muchos interrogantes". "Está claro que la tendencia de la medicina moderna es la cirugía ambulatoria o de corta estancia. No creo que debamos hacer leña de este asunto por un momento puntual", indicó Colmeiro, quien agregó: "Lo que sí necesitamos es más medios humanos, una planificación más previsora. No es cierto que lo que ha dicho el consejero de Sanidad de que están empleándose todos los recursos".

Pere Casan, director del área de pulmón del Hospital Central, considera que el complejo sanitario de La Cadellada "tiene muchas camas, más que la mayoría de los hospitales del país de su mismo nivel asistencial". Otra cuestión, precisó, es que "se presente una epidemia de gripe y que las gripes vengan al HUCA". Como alternativa, el doctor Casan cita un ejemplo de su tierra de procedencia: "En Barcelona han abierto unos dispositivos intermedios con una serie de camas para que los pacientes de estas características no ingresen en un hospital terciario, de alto nivel tecnológico, como es el HUCA". "Sería más aconsejable utilizar camas en centros que no sean de tercer nivel para atender a los pacientes con gripe", señaló el responsable del área respiratoria.

Particularmente crítico con la situación se manifestó Francisco Menéndez, responsable del sindicato Sicepa, quien sitúa el origen de los problemas en que "el HUCA no fue planificado en función del nuevo perfil de los pacientes". Menéndez puntualizó que "las personas duran mucho mas años y necesitan unos determinados cuidados, y quizá un hospital tan tecnológico como el HUCA no está preparado para esto".

"Hace falta un cambio de modelo asistencial que nadie tuvo en cuenta al diseñar el Hospital Central. Hay un aumento muy importante del volumen de enfermos crónicos con el que no se contó. Por eso hay que buscar alternativas, porque este problema ha venido para quedarse y va repetirse en el futuro", precisó el dirigente de Sicepa.