"Se presentaron de repente, armados. Eran un montón de guardias civiles. Impresionante. Nadie se atreve a moverse". Esta frase resume la primera impresión de algunas de las personas que estaban dentro de UGT a primera hora de la mañana, cuando los agentes de la UCO llegaron a la sede regional del sindicato.

"Los registros se están haciendo en las plantas de arriba, donde están la sede regional y lo de formación. El resto está cada uno en su sitio, esperando noticias. Nos dicen que están buscando información, mirando documentación y ordenadores. Deben de tenerlo todo patas arriba. En las otras plantas no hay guardias, pero arriba ya no dejan pasar desde primera hora. No sabemos cuánto pueden tardar, pero dicen que estas cosas son largas", comentó una persona desde el interior del edifico.

Durante las primeras horas, los trabajdores y sindicaistas que estaban en la sede de la UGT apenas se atrevían a salir de los despachos ante el despliegue policial. Uno de ellos, escondido en el baño, afirmaba "aquí no van a encontrar nada, nadie se quedo con dinero. Pero acojona mucho".