La explosión turística de Asturias, y por extensión la de España, se mueve sobre "terreno movedizo", advirtió ayer el presidente del Principado, Javier Fernández en la Feria Internacional de Turismo (Fitur). La región recibió el año pasado el mayor número de visitantes de su historia: 2,2 millones, debido en parte al crecimiento del pasaje internacional en un 42,7%. Pero ese éxito, aseguró, responde a "circunstancias excepcionales: un euro muy bajo frente al dólar, tipos de interés ínfimos y la demanda sobrevenida por problemas en otros países como Turquía". Por eso, añadió, "el suelo que pisamos se mueve con demasiada facilidad" y hay que trabajar en su consolidación. Sobre todo en reforzar su "seña distintiva", que es la calidad, y en incrementar las conexiones aéreas con Europa.

Con un discurso en clave regional, pero con alusiones nacionales e incluso internacionales, Javier Fernández conmemoró el día de Asturias en Fitur. El también presidente de la gestora del PSOE no hizo casi referencia a la situación interna de su partido, pese a la insistencia de los medios nacionales. "Hoy (por ayer) vengo como presidente del Principado para destacar las buenas cifras turísticas", insistió varias veces colocando la chaqueta del traje en la que lució la cruz de la victoria. Y así fue. Aunque no sólo se prendió medallas en la pechera, sino que hizo una profunda reflexión de las cifras. "Los 2,2 millones de visitantes en 2016 -aportan un valor añadido bruto de un 10% y genera 42.800 empleos- se enraízan en un terreno movedizo, muy sujeto a vaivenes de coyuntura, y que España no puede postergar el refuerzo de sus anclajes económicos", destacó para entrar de lleno en el ámbito nacional. "De momento, los efectos del 'Brexit' no se han hecho notar, pero habrá que estar atento a la evolución de la economía británica, origen de uno de nuestros principales flujos turísticos. Igual cautela debemos mostrar ante la evolución de los precios del petróleo y la desaceleración del crecimiento", manifestó. De ahí que sea "perentoria" la necesidad de aumentar la solidez de la economía a través "de la capacidad industrial y de la mejora de la productividad". Fue en ese momento cuando se refirió a la Unión Europea: "Ha de ser pertinaz en sus planteamientos industriales para soportar la competencia creciente de sus competidores tradicionales y de las economías emergentes. Es fantástico ser una potencia turística mundial, pero no nos conformamos".

Tampoco a nivel regional. Los planes del Gobierno para este año pasan por trabajar en esa consolidación turística. "Lo peor que podemos hacer es quedarnos quietos y complacernos por lo alcanzado. Para el turismo, la mejora de la calidad no es una opción", comentó. Objetivo prioritario también para el Gobierno asturiano es la captación de turistas extranjeros. El Aeropuerto cerró el año pasado con un aumento general de pasajeros del 14,5, que fue más notable en el caso de turistas internacionales con un 42,7%. En este sentido, el presidente autonómico anunció que los mercados aéreos prioritarios para este ejercicio serán el Reino Unido, Francia, Alemania e Italia. A estos destinos le seguirán Portugal, México, Estados Unidos y Bélgica. "Trabajamos con fronteras lo más amplias posibles para que Asturias sea destino conocido y valorado internacionalmente, y no sólo en el continente europeo", sentenció.

Como otros años, Javier Fernández recorrió el stand de Asturias en Fitur acompañado por el consejero de Turismo, Francisco Blanco, y en esta ocasión por el Padre Ángel. A continuación se celebró una espicha, en la que no faltaron la sidra, el queso y por supuesto la fabada.