Notable mejoría en pruebas diagnósticas; sin cambios en operaciones y consultas. La sanidad pública asturiana cerró el año 2016 con un total de 118.515 pacientes en lista de espera. De ellos, 72.326 estaban pendientes de una primera consulta, 27.907 de una prueba diagnóstica y 18.282 de una intervención quirúrgica. En este último apartado, 475 enfermos llevaban más de seis meses aguardando para ser operados. En consultas, la demora media era de 71 días.

La cifra total es menor que la del cierre de 2015, cuando se registraban 131.118 enfermos en la suma de los tres apartados citados. La disminución se centra mayoritariamente en las pruebas diagnósticas. De modo particular, se ha reducido el volumen de ecografías pendientes, que ha pasado de 16.191 a finales de 2015 a 9.190 un año después. También ha bajado la cifra de mamografías, escáneres y colonoscopias pendientes. Entre tanto, el número de usuarios en espera de una resonancia apenas ha variado.