Comprar un kilo de calabacines sale estos días más caro que llevarse a casa unos filetes de pollo. La ola de frío siberiano que asoló a Europa ha congelado la producción de hortalizas y, en consecuencia, ha disparado los precios en los mercados. Verduras, como el calabacín, la berenjena y las judías duplican ahora el importe de hace una semana. Los comerciantes, acostumbrados a soportar subidas asociadas al mal tiempo, aseguran que un incremento tan acusado como el de este mes nunca se había visto. "Toda Europa está congelada y eso repercute en las producciones agrícolas", expresa Nuria Valle, al frente de Frutas Conchita en el Fontán (Oviedo).

En su mostrador, el kilo de calabacines asciende a 4,90 euros cuando lo normal es que esté a 2,20, el de berenjenas a 4,95 y el de judías, a 6,50. Son las tres verduras que han experimentado un mayor incremento en sus precios. En algunos establecimientos la subida se acentúa incluso más, superando la berenjena los 5 euros. Mientras, el pollo fresco ronda, de media, los 3 euros y la carne de cerdo, los 5,29, según el Observatorio de Precios de los Alimentos de esta semana del Ministerio de Agricultura. El frío también ha aumentado unos céntimos el valor del ajo puerro, el brócoli y la coliflor.

Los empresarios prevén que la situación se alargue "unas semanas más". "Los clientes se quejan, pero si lo necesitan los compran igual. Hay gente, en cambio, que prefiere esperar", comenta Ana Fernández, responsable de la frutería La Negra Flor, también ubicada en la céntrica plaza ovetense. Entre los productos más castigados por la ola polar, Fernández explica que el calabacín es el más vendido: "A la semana sacamos más de 20 kilos. Se consume mucho, porque sirve para todo tipo de platos", apunta.

No obstante, el director gerente del parque alimentario logístico Mercasturias, Agustín García- Cabo, indica que "no tiene la misma repercusión un incremento en el precio de la lechuga que en el calabacín". Como muestra, estas cifras: mientras que a la región llegan 900 toneladas de patata o 140 de lechuga, de calabacín solamente 34. "Y eso sin contar que el peso de un calabacín equivale al de cuatro lechugas", agrega Ángel Álvarez, jefe de servicios generales de Mercasturias, en el polígono de Silvota (Llanera). Pese al repunte de precios, ayer el movimiento de cajas de mayoristas en el centro logístico de alimentos fue el mismo de siempre. "Si quedan 100 o 50 alcachofas, los compradores se pegan por adquirirlas a cualquier precio. Al final esto funciona como la bolsa", indica Agustín García- Cabo.

El responsable de Mercasturias, de donde salen las frutas y verduras que llegan a las tiendas, opina que el sector siempre está sujeto a variaciones de precios. Y con problemas climatológicos, como los de este mes, el mercado está más expuesto. La alta demanda de hortalizas españolas por parte del extranjero amenaza con desestabilizar el mercado, según advierten los expertos. El sur del país también sufrió los embates del temporal aunque en menor medida que el norte de Europa.

Los consumidores asturianos lo notan y mucho en el bolsillo. "El que más subió es el calabacín, pero bueno al final se traduce en todo: la berza, el repollo... Ante ello no podemos hacer nada, las verduras son necesarias. Habrá que ahorrar por otro lado", manifiestan Argentina Fernández y Raúl Villar, de Llanes, ayer de compras por El Fontán. "Las familias con niños son las que más compran este tipo de productos", dice Nuria Valle. Por su parte, César Fernández, con un restaurante en Oviedo, estima que la cesta de la compra ha subido estos días "un 2%". " La única solución es comprar menos o recurrir a grandes superficies", confiesa.