Más dinero para estabilizar la ladera de las inmediaciones de Campomanes que frena a la variante de Pajares. El Consejo de Ministros ha autorizado hoy la ampliación de las obras de consolidación del terreno en el túnel de Teso, por un importe de 3.437.695,8 euros, con el objetivo de mejorar el comportamiento del terreno en los taludes, subsanando los problemas de inestabilidad que causa la complicada geología de la zona.

Las soluciones propuestas, que se llevarán a cabo en el tramo final del túnel de Teso, consisten en la prolongación hacia el sur de la galería principal de drenaje en la boca norte del túnel, así como la reparación estructural del revestimiento del paso subterráneo mediante la inyección de una resina especial.

El Adif ya ha construído una galería de drenaje paralela a la propia traza ferroviaria, lo que permitió la evacuación de agua de forma natural hasta el arroyo Altos del Teso. Esta actuación se completó con la ejecución de pilotes para fijar el terreno, entre otros trabajos. El tramo Sotiello-Campomanes tiene 4,3 kilómetros de longitud y en él se incluyen los túneles de Sotiello y Teso, el viaducto de Sotiello y el PAET (Puesto de Adelantamiento y Estacionamiento de Trenes) de Campomanes.

La contención de la ladera ha consumido hasta ahora una inversión superior a los 30 millones de euros. La última inyección económica a los trabajos, de un millón de euros, se aprobó el pasado verano para tratar de culminar unas obras que arrancaron hace siete años. El Adif, a la vista de la relevancia de los problemas en el talud, lanzó en 2009 un primer proyecto, consistente en un drenaje general para secar el terreno y la instalación de una pantalla de pilotes, con un muro de hormigón, para "coser" la ladera y evitar así los deslizamientos. Este plan no dio el resultado esperado y el Adif decidió entonces encargar un proyecto para los enclaves más complicados, que se va a ver completado ahora.

La complicación geológica de una zona conocida popularmente como L´Argayón ya se puso de manifiesto durante la ejecución de la autopista del Huerna y también figura en los estudios para el proyecto de Variante que impulsó el asturiano Alejandro Rebollo, como presidente de Renfe, en los primeros años ochenta del pasado siglo. Sin embargo, el Adif mantuvo la traza por ese enclave pese a que la empresa adjudicataria ya alertó de que la montaña se venía abajo nada más iniciar las obras, hace una década.