El empresario originario de Vega del Ciego Roberto Fernández Montes, asesinado en su apartamento de Buenos Aires, para luego ser descuartizado y quemado, no hizo mucho caso de las amenazas que su yerno profirió meses antes del crimen. "Este es un estúpido, no puede matar a nadie", replicó el asturiano después de que su hija Giselle recibiese la advertencia de Santiago Corona: "Dile a tu papá que deje de ensuciarme". Fue hace unos ochos meses, cuando Fernández comenzó a descubrir que Corona había estado pidiendo créditos o dejado de pagar los seguros de las máquinas que tenían en el negocio, lo que casi llevó al asturiano a la ruina.

"La violencia fue creciendo. Al principio traté de apelar a su costado emocional, que pidiera disculpas y devolviera la plata. Pero a medida que aparecieron las pruebas se iba poniendo más agresivo", explicó al periódico argentino "Clarín" Natalia Fernández (34), hija mayor de la víctima y esposa del acusado.

Aunque fue Giselle Fernández la que dio a la Policía la prueba de que Santiago Corona había participado en el crimen, a la vista de las grabaciones de las cámaras del garaje de la vivienda de Roberto Fernández, en las que se le ve arrastrando lo que parece el cadáver del empresario, también la otra hija, Natalia, la esposa del presunto asesino, también aportó detalles claves. Y es que Santiago Corona llegó al sábado sobre las dos y media de la tarde -a esa hora ya se había producido el crimen- e inopinadamente se puso a lavar la ropa que llevaba -algo totalmente inusual- y tiró a la basura sus zapatos. Los agentes analizan las ropas en busca de restos de sangre, lo que constituiría una prueba de cargo irrefutable.

Mientras la policía argentina entraba en la vivienda del carnicero paraguayo buscado por su relación con el crimen, y que había sido contratado como sicario por el exempleado implicado en el asesinato, se ha filtrado que los agentes podrían estar buscando a una cuarta persona por su intervención en los hechos. Y es que en las grabaciones de seguridad del garaje del apartamento del asturiano, aparece otra persona.

El móvil más convincente

El crimen se complica por momentos. Una de las hipótesis es que Santiago Corona hubiese contratado un seguro de vida a nombre de Fernández, sin que éste lo supiese, tramitándolo desde el ordenador de la víctima y utilizando las claves del empresario. De este seguro sería beneficiaria su esposa Natalia. Es el móvil que más convence al abogado de las hijas del asesinado, Matías Morla, quien dijo del yerno que "era un demente capaz de hacer cualquier cosa".

Las hijas de Fernández Montes han pedido protección policial ante el temor de que las personas que trataban con Santiago Corona -que es hijo de un militar argentino- puedan ir a por ellas. La investigación sigue su curso.