Existe, a juicio del equipo de gobierno de la Universidad, una tendencia a adquirir tecnología fuera de la región. Estrechar los lazos entre la Universidad y las empresas permitirá invertir esa tendencia y configurar, según los responsables académicos, un panorama más alentador donde las necesidades tecnológicas se traduzcan en posibilidades de investigación y colaboración entre las dos partes.
En este momento, continúan en el análisis realizado desde la Rectorado, los recortes en la financiación a la Ciencia, tanto en el sector público como privado, han desembocado en la competencia de los organismos públicos de investigación radicados en el Principado (Incar, Ipla, Serida) y las fundaciones (Itma, Prodintec, Asincar, CTIC, Cetemas...) que están desarrollando programas específicos de captación de fondos europeos en los que compiten con la propia Universidad de Oviedo.
Por este motivo juzgan imprescindible buscar "alianzas estratégicas" con las empresas y otras entidades del entorno para unir fuerzas en la consecución de ayudas de ámbito comunitario.
El ejemplo de colaboración son las asociaciones empresariales creadas en torno al denominado "Polo del Acero" de Avilés o las actividades vinculadas al sector de la nanotecnología, con varios centros de investigación enfocados a ello. "Esto amplía las posibilidades de colaboración en el ámbito regional para acceder a fondos internacionales vía equipos multidisciplinares con la Universidad, utilizando el apoyo de los clústeres", indican desde el gobierno universitario. Eso sí, se aprecia una falta de sincronía entre las necesidades técnicas de los grupos de investigación y las características de los equipos de los Servicios Científico Técnicos. Esa oferta de los SCT de la Universidad tampoco llega a las empresas, reconocen.
