Stop a los accidentes en las carreteras, que el año pasado se dispararon en un 40 por ciento el número de muertos en Asturias. El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, explicó ayer en el Congreso un paquete de medidas para reducir la siniestralidad en la red vial de todo el país.

Asturias registró en 2016, a falta del cierre definitivo de datos, 26 muertos, siete más que el año anterior. Casi un incremento del 40 por ciento, el segundo más alto de toda España, por detrás de La Rioja. La tendencia al alza alcanzó igualmente al cómputo del país, donde aumentó el número de víctimas mortales por primera vez en 13 años, con una cifra provisional de 1.160. Ante esos datos, Juan Ignacio Zoido tendió la mano a la oposición para lograr un pacto de Estado por la seguridad en las carreteras, admitió que "no hay tiempo que perder" e hizo votos para sacar los accidentes "de la lucha política".

Las medidas urgentes para atajar el aumento de los siniestros y la mortalidad en las carreteras supondrán un coste de 11,7 millones de euros y se pondrán en marcha de forma paulatina. En Asturias hay 19 puntos negros, la curva de Arroes en la carretera de Gijón a Villaviciosa por la costa es el más peligroso de toda España, según el colectivo Automovilistas Europeos Asociados. Cinco de las iniciativas de la DGT pretender poner freno a los excesos de velocidad: más de 60 nuevo radares fijos de velocidad y también para controlar el cinturón de seguridad en tramos peligrosos, revisión de los que ya están en uso y avisadores de velocidad en 250 puntos en trazados críticos de carreteras convencionales como, por ejemplo, curvas de radio reducido o tramos próximos a población. También se pondrán lectores de matrículas que advertirán al conductor que sobrepasa los límites, de tal forma que podrá verse la matrícula del vehículo infractor en los paneles. Esta medida tendrá un alcance muy limitado, ya que únicamente se habilitarán 15 en toda España. En total se señalizarán 1.500 tramos de mayor siniestralidad.