"Estamos peor que nunca, como esto siga así acabaremos cerrando". Este era el lamento que expresaba ayer un veterano ferroviario asturiano tras comprobar que en los últimos días han vuelto a registrarse cancelaciones en el servicio de vía estrecha de la antigua Feve entre Gijón y Avilés, uno de los más deteriorados de la región. "A los pocos usuarios afectados los llevaron en taxi, como suelen hacer ahora, pese a la complicada situación económica de la empresa", añade este profesional, que pone el siguiente ejemplo del "desastre total" que aprecia en la gestión de la compañía: "El otro día mandaron a dos maquinistas a coger un tren en la estación de Candás y resulta que no estaba allí".

La pérdida de fiabilidad del servicio ha acelerado un espectacular proceso de pérdida de usuarios del tren de Asturias que se inició hace años y que no parece tener final. Las estadísticas publicadas por la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei) desvelan que los convoyes de la antigua Feve perdieron el pasado ejercicio casi un 10% de usuarios respecto 2015, situándose a un paso de bajar de la barrera de los dos millones de pasajeros anuales. La caída en las cercanías de Renfe ha sido considerablemente más leve que en el ancho métrico, pero alcanzó el 3,6%.

Los ferroviarios consultados coinciden en la necesidad de que, además de inversiones, las cercanías asturianas necesitan un incremento de los servicios semidirectos entre las estaciones con mayor potencial para taponar la imparable fuga de viajeros.

El colectivo de usuarios "Asturias al tren" ha invitado a partidos políticos, agentes sociales, colectivos y ayuntamientos a sumarse a un manifiesto en favor del ferrocarril de Asturias. La recogida de adhesiones se realizará hoy, de seis de la tarde a nueve de la noche, en el auditorio Príncipe Felipe de Oviedo. El desdoblamiento de vías, las integraciones ferroviarias de Gijón y Langreo, el final de los transbordos y los servicios semidirectos son algunos de los objetivos que se marcan los promotores.