El pleno de reanudación de la actividad parlamentaria en la Junta General del Principado ha venido con una batería de censuras al Gobierno regional por los altos niveles de contaminación en el centro de Asturias. En respuestas sucesivas a Ciudadanos, IU y Podemos, la consejera de Infraestructuras, Belén Fernández, defendió la actuación de la Administración negando una vez más, en este caso "rotundamente, que en Asturias tengamos un problema global en esta materia". Fernández invitó a los grupos a la prudencia en el abordaje de los problemas de la calidad del aire en el centro de Asturias habida cuenta de que "nadie" en la cámara, dijo, "está dispuesto a apostar porque la industria forme parte del pasado". Resumió su postura en la convicción de que su Consejería trabaja para mitigar el problema tratando de conciliar las medidas con la conciencia de que "queremos una industria cada día más limpia e innovadora, pero también apostamos por un modelo económico que apuntale la industria como sector clave de nuestro tejido económico". La Consejera resumió las actuaciones de su departamento en las 915 inspecciones y actuaciones de vigilancia sobre la industria emprendidas en 2016, 373 de ellas relacionadas con el control de la calidad del aire, y cuantificó en 29 los expedientes sancionadores incoados en los dos últimos años. En el problema específico del benceno en Trubia, precisó su intención de revisar las Autorizaciones Ambientales Integradas de las dos empresas concernidas, Química del Nalón e Industrias Doy, "para establecer límites más estrictos" y la exigencia de "diversas mejoras en sus instalaciones". También se adjudicará pronto el contrato, avanzó, para "revisiones en el entorno de las industrias". "El único discurso sensato es la prudencia y la moderación", afirmó la consejera frente a las acusaciones de negacionismo que recibió desde los tres grupos interpelantes. Frente a la mención de la "indecencia" que supone, a juicio del diputado de Podemos Héctor Piernavieja, pedir restringir la calefacción en plena ola de frío, la Consejera afeó al grupo morado, por ejemplo, el ejercicio "de forma manifiesta" de un "alarmismo social injustificado".